EL LUGAR QUE VOLVIÓ A CANTAR POR SÍ MISMO
Pude palpar luz en la oscuridad
que desde la frontera converge
con un valle que estaría encantado.
Hay tanta luz en él
que el mismísimo Sol
hubo de enmudecer.
También se pueden ver
seres legendarios
que necesitan creer.
Pasaron tanto tiempo ignorados
que llegaron a pensar que su ser
debía de ser tal y como decían.
Decía que en el valle había luz.
Esta era pura, llena de magia,
pero dependía de las canciones
que sobre ella solían interpretar.
Consecuentemente,
esto se vio reflejado
en los seres que dependían de ella
al serlo esta de los cantos.
Transcurriría mucho tiempo
antes de notar lo que sucedía.
Se sintieron abrumados
y sin saber qué hacer.
Decía que en el valle había luz.
Así que le cantaron sus propias
canciones hasta que decidiese
unirse y participar en ellas.
Poco a poco, despacio, sin prisa,
fue entonando las canciones
hasta armarse con el valor
necesario y relatar las suyas.
Esto les sorprendió.
No sabían que algo así
pudiera formarse.
Era sorprendente.
Resumía el existir
con sus días futuros.
Entonces supieron de la risa
sin haber imposiciones.
De la suya. De la de ellos.
Hasta les pareció una fantasía.
Y es que fue tal, fue tal esa impresión
que tuvieron que volver a aprender.
En esto se incluía el a ellos sentirse
y tener que caminar de nuevo.
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