SI TE ATRAPARA LA RELATIVIDAD

No mires el reloj.

No permitas que te atrape

la relatividad.

Y esta transfórmala,

logra que esté de tu parte

en tus movimientos.


Trata de dejar de lado el tiempo.

Ignora el presente.

Pero se consciente

de cómo circula

cuando las mañanas

nos cantan el pasado y el futuro.


Baila. Canta. Llora y, por supuesto,

ríe. Ríe como si el mañana

invadiera el ayer.


Cuando te levantes

procura que vibre tu alma

ofreciéndole un nuevo regalo.


Trata de no desgastar tus pasos.

Vuélvelos más fuertes,

también consistentes.

Disfruta del agua

y de la cerveza.

U otro trago si se diera el caso.


Pero, sobre todo,

tu propio camino sigue

a pesar de que te digan

cómo tendrías que caminar.

Aunque, quizás, te aconsejen

con algún discurso.

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