Un mundo en armonía

filmin.es

02/X/2018

Lo miró fijamente. Se apoyó en sus piernas y clavó la mirada en sus ojos. Unos ojos rojos por el sufrimiento y el dolor que estaban marcados por unas ojeras negras que intensificaban su marca debido a lo blanco de su tez.

Estaba atado por los brazos y las piernas a aquella silla. Su cabeza también, solo que la cuerda que le rodeaba la cabeza estaba apoyada en una madera horizontal sujetada a la espada de la silla.

Seguía mirando directamente aquellos ojos... de una forma tal que parecía poder desentrañar los secretos más profundos de su alma. Entonces apartó sus manos de las piernas y se irguió.

Del bolsillo izquierdo que tenía la camisa sacó un paquete marrón de tabaco. Cogió un cigarrillo y lo encendió con unas cerillas que tenía escondidas en el bolsillo derecho del pantalón. Este y la camisa eran azules.

Dió una profunda calada y exhaló el humo. Se cruzó de brazos y alzó el cigarrillo con el brazo derecho a sus labios. Dió otra calada, no tan profunda como la anterior, pero lo suficiente como para crear una pequeña atmósfera en la cual se respiraba, todavía más, la claustrofobia.

"Te ofrecería un cigarrilo"', le dijo a la persona que estaba allí atada. "Pero tus pulmones no lo soportarían". Su voz era ronca a causa del tabaco.

"Estás lleno de piojos y pulgas, igual que un animal abandonado y desvalido. Habrá que afeitarte". Dió una calada más al cigarrillo, lo arrojó al suelo y lo pisó para apagarlo. "¡Afeita a esta rata asquerosa!".

La orden iba dirigida a un hombre que estaba apoyado en la pared. No había dicho nada, solo observaba.

"No le mires con esa cara de miedo. Solo te va a afeitar la barba y el pelo, del cual, por cierto, te queda poco. Se te ha ido cayendo a puñados por el estrés. No te va a dirigir la palabra. En su momento le cortaron dos dedos y la lengua. Imagínate el porqué".

Le afeitó con una navaja. A pesar de faltarle dos dedos en su mano derecha, era diestro, el pulso no le temblaba debido a la experiencia. Le afeitó con agua fría y un jabón de pastilla. Acto seguido le desinfectó con alcohol puro.

Los gritos de dolor se mezclaron con lágrimas. Hasta ese momento había mantenido la mirada al frente, hacia la pared, mientras el individuo le mirada impasible mientras fumaba otro cigarro.

Cuando acabó su cometido el barbero salió en silencio de la habitación llevando consigo los instrumentos con los cuales había llevado a cabo la misión.

Él siguió allí, mirando al hombre que estaba en la silla. Lo miró durante unos dos minutos y cogió una banqueta. Se sentó en ella y lo miró. "La silla en la que estás es mucho más cómoda que esta banqueta". Alargó las dos manos e intentó abrirle la boca. No se resistió. "No te quedan dientes".

Se volvió a echar hacia atrás. Se cruzó de brazos y se rascó la cabeza. "¿Sabes por qué estás aquí?". Le preguntó.

Intentó negar con la cabeza, pero no pudo. No podía moverse.

"Ya estás afeitado. Hemos intentado disimular ese olor que tienes, pero no hay forma. No puedes verlo, pero tu ropa está completamente rota y huele a mierda y orín".

"¿Sabes por qué estás aquí?", le volvió a preguntar. Intentó volver a negar con la cabeza, pero tampoco pudo esta vez.

El hombre de azul movió la cabeza con un gesto que parecía de resignación. Sacó otro cigarro y lo encendió. Miró a la persona que tenía delante y le acercó el cigarrillo. Este abrió los ojos en un claro gesto de sorpresa que pasó a convertirse en miedo. Lo intentó rechazar con la cabeza, pero, otra vez, no pudo. El individuo retiró el cigarro. "Bien. Vas aprendiendo".

"Te diré por qué estás aqui. Por nada. Porque no has hecho nada". Encendió otro cigarrillo y se rascó la barbilla. Esta era ancha, como él, un hombre de más de metro ochenta que pesaba más de cien kilos. Su cabellera estaba cortada al cuatro, igual que su barba. A pesar de su corpulencia no sudaba.

"Vivimos en un mundo curioso", le comenzó a explicar.

"Ya sabes que ahí fuera todos vestimos iguales, de este color azul. No sé el porqué, pero es así. Y punto. No hay que darle más vueltas. Podríamos ir todos distintos, pero eso no cambia nada. Las cosas vienen como son y ya está.

"Vivimos en un mundo de armonía, todo está en orden y en regla. Así debe de ser. Todos hacemos lo necesario por el bien común. Cumplimos las normas. Vestimos de la forma que está dictada, nos comportamos de la forma correcta, hablamos sobre lo que hay que hablar, no pasamos las rayas que no se pueden pasar, cumplimos con la obligaciones que tenemos marcadas para que todo funcione.

"Estamos educados para ello. Si un pilar de estos se rompe se va todo a la mierda. Y eso, amigo mío, eso es lo que has hecho tú.

"Has hecho todo lo que debías pero has pensado por tu cuenta. No has cumplido cuando debías con tus obligaciones, comías la comida asignada para un día en un día que no tocaba, las veces que has llevado barba la has llevado al cinco en vez de al cuatro, no ibas a las reuniones que debías ir, te duchabas por la noche en vez de la mañana.

"Decidiste llevar una vida solitaria en vez de contraer el matrimonio que tenías prefijado para mantener la sociedad.

"Has pensado de forma distinta a los demás. Eso es lo que has hecho. No has hecho nada. Ya no se te puede reeducar. Por eso estás ahí. Y aunque aprendas rápido ya no se puede hacer nada.

"¿Qué va a pasar ahora? Nada, no va a pasar nada. Se te curarán las heridas y te cuidaremos. Te volverá a crecer el pelo y tendrás una dentadura nueva. Vivirás enclaustrado, se te dará comida y una cama. Podrás pasear dos horas al día.

"Te han apaleado, te han destrozado psicológicamente. No te han quitado nada de lo que tenías porque tú lo elegiste así.

"Podías haber tenido todo lo que te prometía este mundo pero decidiste darle la espalda. Por el egoismo de ser tú mismo viviendo al margen.

"Los demás también somos nosotros mismos, somos todos como debemos ser.

"Tú no has hecho nada, no has hecho nada de la forma que deberías haberlo hecho.

"Tienes que estar agradecido. Ahora serás feliz siendo tú mismo.

"¿Ves? Así deben ser las cosas; incluso tú vas a ser feliz porque así lo hemos decidido, lo hemos hecho por tí. Danos las gracias".