La familia del periodista Pablo González se ve obligada a pedir ayuda económica

Los 10 meses de cárcel han hecho que su situación financiera esté al límite

#FreePabloGonzález (Twitter)

Como si de una macabra inocentada se tratara, el periodista vasco Pablo Gónzalez cumple hoy 10 meses preso en Polonia acusado de ser espía ruso. En palabras de su pareja, Ohiana Goiriena, su familia y allegados se han visto obligados a "solicitar ayuda" económica a la sociedad.

Lo han hecho este miércoles en un extenso hilo en #FreePabloGonzález, el perfil de Twitter que denuncia la situación del periodista. En él explican la creación de una Asociación con el mismo nombre. Sin ánimo de lucro, e inscrita en el Registro del Gobierno Vasco, tiene por objetivo "hacer frente a los gastos legales" y seguir exponiendo la situación del vasco.

Durante 304 días, su familia y círculo más cercano se han hecho cargo de "los gastos derivados de la situación". En estos 10 meses "sus derechos más básicos" no han sido respetados por parte de Polonia. De cómplice de su situación acusan al Gobierno español al mantener una actitud tibia y equidistante.

De hecho, el pasado 30 de noviembre denunciaban su delicado estado de salud a raíz de una carta recibida cuya fecha correspondía al día 10 de ese mismo mes. En ella, González explicaba que, ante el frío que comenzaba a sentirse, el director de la cárcel había autorizado a concederle una manta extra después de que le denegaran la ropa interior térmica que también había pedido a la Embajada Española.

Su delicado estado de salud

En aquel "primer contacto directo con su familia" explicaba que necesitaba suplementos alimenticios con tal de "suplir las carencias". #FreePabloGonzález afirmaba que sabían que había perdido más de 20 kilogramos de peso desde que estaba encarcelado. La obtención de los suplementos, además de la ropa de abrigo, suponen entre 300 y 400 euros mensuales, relataban hoy en el hilo. Ese montante económico se suma a los gastos legales de la situación.

Y es que, tal y como explican, la familia se ha visto en la obligación de contratar hasta tres equipos legales. Esto se debe, por un lado, a la complejidad del caso. Además, hay que sumarle las trabas que han sido "añadidas por Polonia". No han permitido que el caso fuera llevado por un "abogado que no sea polaco". A esto se le añade las tres veces que se ha prolongado la prisión preventiva; la última fue a finales del pasado noviembre.

En estos 10 meses de cárcel, Pablo ha recibido el "Premio José María Portell a la Libertad de Expresión". Concedido por la Asociación Vasca de Periodistas/Euskal Kazetarien Elkartea y el Colegio Vasco de Periodistas/Kazetarien Euskal Elkargoa, fue su pareja, Ohiana, quien recogió el galardón. A finales de noviembre pudo hacerle una visita en la cárcel de Radom. Fueron apenas dos horas "bajo la estricta vigilancia de un oficial de la inteligencia polaca". Declaró que lo encontró "bien, física y anímicamente". En todo este tiempo, el periodista no ha podido ver a sus tres hijos.

Han "tirado de ahorros"

Según se detalla en el hilo de este miercoles, la situación financiera de la familia está al límite. Después de "tirar de ahorros", además de la ayuda de familiares y allegados, esta se ha visto gravemente afectada por "la falta de los ingresos que (Pablo) aportaba". Por ello, y recordando que han llegado hasta donde están gracias a los ánimos y colaboración de la gente, piden que, en caso de poder, se haga una aportación económica.

Esta ayuda se puede llevar a cabo mediante una transferencia a la cuenta de Kutxabank que dispone la Asociación. En concreto, el número de esta es el ES31 2095 0043 1091 2213 9880. Una vez realizada la acción dan la posibilidad de escribir al correo electrónico freepablogonzalez@gmail.com. Añaden que se pondrán en contacto con los que decidan tomar partido de esa forma.










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