LA NOCHE Y EL FRÍO

 

En el calor de la noche,

cuando se hace necesario

el abrigo que combata

el frío más severo,

se nos torna muy patente

lo frágil que es este cuerpo

que nos sirve de coraza

frente al universo.


No es por la falta de luz,

que también, es por la dura

situación habida en frente:

ese frío agarrota

cada centímetro de sus

partes, así volviéndolas

completamente insensibles

o muy dolorosas.


Puede que ninguna hoguera

pueda ser el artífice

que consiga mitigarlo,

aunque sea un poquito,

reduciendo ese malestar

que se vuelve tan patente

al estar expuesto en ello

al pasar el tiempo.

tiempo.com


Comentarios

Entradas populares de este blog

Pide ayuda con tal de encontrar un llavero con valor sentimental

Analizando el "Una ligera mejoría antes de la muerte" de Koma

DANTZEN BERO EZKUTUA