LOS CONTORNOS QUE BAILAN
La oscuridad también presenta luz.
Potente, clara. Y volumen que es espeso.
Los contornos bailotean gráciles
en compás asimétrico
que ajeno resulta a lo típico y normal.
En qué se ha de basar esto último
cuando el fino carácter de las miles de sombras
es único entre las paredes del todo.
Son atentas al venir de un alud.
Su arribar puede llegar a arrastrar todo.
El baile se tornaría un dictamen,
oscilaciones en tosco
enderezar hacia lo típico y normal.
Hay señas previas a su plenitud.
Parvas señales que se van adquiriendo.
Efímeras, pero son sutiles
en pos de sus resultados
hacia el baile con claqueta prefijada.
Se presenta de ese molde el cuerpo
con sus simétricas y las más que dulces formas
en la pureza de lo estereotipado.
Comentarios
Publicar un comentario