¿CONTINÚA EVOLUCIONANDO EL SER HUMANO?

Un estudio de 2020 sugiere que así es debido a la presencia cada vez más común de la arteria mediana en niños y adultos, la cual desaparece hacia la octava semana de gestación

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El Homo Sapiens, nosotros mismos, ¿sigue evolucionando como especie? Podrían contestar que sí, que a mediada que vamos mejorando en confort, protección y mejora la alimentación nos hemos vuelto más altos, más fuertes,… por lo menos por estos lares que llaman “Primer Mundo”. De hecho, después de la Guerra Civil Española, debido a la hambruna, la media en la altura disminuyó considerablemente por la deficiente alimentación. Esto se habría recuperado con el paso de los años. Pero, a parte de ello, ¿cómo sabríamos que seguimos evolucionando?

La cuestión la planteamos debido a que el portal de internet Xataka ha vuelto a poner sobre la mesa los resultados de un estudio científico publicado en septiembre de 2020. Realizado por las australianas Universidades de Adelaide y Flinders, consideraba que la evolución favorecía la aparición de una arteria en el brazo humano. Publicado por la revista Journal of Anatomy, explicaba que esa misma arteria, la mediana, la tenemos todos nosotros hasta la octava semana de gestación. Luego desaparecería ante la aparición de las también arterias radial y cubital.

Esta arteria es la que en un primer momento se encarga de suministrar sangre a la mano y el antebrazo del feto. Cuando aparecen la radial (la cual es la utilizada a la hora de tomar el pulso de una persona) y la cubital, la mediana desaparece dejando su función a estas dos. Pero por lo que parece, no en todas las personas desaparece. Lo que ha comprobó el estudio es que su presencia había aumentado hasta un 33% en los nacidos a finales del siglo XX. Esto se sabe porque se lleva estudiando desde el Siglo XVIII. Sobre 1880 la conservaban el 10 % de las personas.

Un ejemplo de microevolución

La investigación fue llevada a cabo por el Profesor Maciej Henneberg y el Doctor Jaliya Kumaratilake de Adelaide, además del Doctor Teghan Lucas de Flinders. Todo parece indicar que esta tendencia seguirá en los próximos 80 años. Estaríamos ante un ejemplo de lo que se denomina microevolución. Con este adjetivo se conoce a los cambios habidos en pequeñas escalas en una población en unas pocas generaciones. Se cree que esa arteria se volverá común en los Seres Humanos en un breve espacio de tiempo, de aquí al 2.100.

Según el Doctor Teghan Lucas, este hecho vendría a señalar que el Ser Humano está evolucionando a un ritmo superior que en cualquier otro momento de los últimos 250 años. Se trataría de un “aumento significativo en un período de tiempo bastante corto en lo que respecta a la evolución”. Opina que podría deberse a mutaciones habidas debido a la acción de los genes que participan en el desarrollo de la arteria o a enfermedades de la madre durante el embarazo. Aunque también de una suma de esos dos factores. Pero, ¿cómo llegaron a semejante conclusión?

Para ello realizaron disecciones a 78 personas fallecidas entre 2015 y 20216. Todas ellas eran australianas, pero su ascendencia era europea. Como hemos comentado anteriormente, la arteria mediana estaba presente en un 33% de los estudiados. Esta cifra habría aumentado un 3% desde hace 25 años, cuando se estimó que era de un 30%. Estos datos sorprenden con los obtenidos en aquellos nacidos durante la década de 1880, cuando los registros eran del 10%. Esto supone que cuando lo tenga la mitad de la población australiana pasará a ser una estructura anatómica normal.

Parece que no conlleva ventaja alguna

El Profesor Maciej Henneberg, quien es también miembro del Instituto de Medicina Evolutiva de la Universidad de Zúrich, Suiza, afirmaba que tenía beneficios porque aumentaba el suministro de sangre. Además, señalaba que podría usarse de reemplazo en procedimientos quirúrgicos. De acuerdo con sus palabras, sería un ejemplo de que el Ser Humano sigue evolucionando, ya que los recién nacidos tendrían una mayor prevalencia en esa misma arteria que aquellos nacidos en generaciones anteriores.

Por lo tanto, aunque no se trate de algo negativo, ¿por qué la evolución favorece algo que, a priori no parece tan ventajoso y, entre otras cosas, puede desembocar en el Síndrome del Túnel Carpiano? El diario Público recogía el 12 de octubre del año pasado que la regresión de la arteria está regida por unos genes. Si esto no pasa es que esos mismos no habrían “hablado” debido a que habrían sufrido alguna mutación. Algo que, por otra parte, esta dentro de la normalidad en el proceso evolutivo. ¿Será, por tanto, que algo que pensábamos que estaba destinado a nuestro desarrollo fetal formará parte de nuestro cuerpo en las próximas generaciones al haber estado desarrollándose paulatinamente?


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