SE ENCERRÓ EN SÍ MISMO...

Pasaría tanto tiempo sin dormir...

que se volvería uno con la noche.

Sin noción del tiempo,

ni gustar su sabor...

fue levantando murallas.

Pasaría tanto tiempo sin sentir...

que se volvería uno con la fiebre.

Sin tacto del sudor,

ni saborear su flor...

fue creando su cárcel propia. 

Aunque fría, en ella sentía paz.

Aunque antinatural fuese.

A veces se decía que era la única opción,

que era la única opción que le había quedado.

Muchas veces hasta se abrigaba,

pero en realidad no sentía calor

y el frío no surcaba su piel.

También contemplaba flores,

pero no llegaba a sentir su olor

y menos disfrutaba sus formas.

Aun así, en ella sentía en paz.

Aunque de lo real no fuese.

Se decía que a aquello se fue acostumbrando,

tal vez porque no le quedó más remedio. 

En el fondo,

no sabía cómo llegó allí.

Y tampoco le importaba.

Lo fue dejando de lado

hasta llegar a olvidarlo. 

Y cada vez que algo volvía

como si nada lo iba apartando.

Lo solía ir guardando en algún pozo

que sin un esfuerzo construía.

En el fondo,

sabía que no podía salir.

Y tampoco lo deseaba.

Decía sentirse cómodo,

"¿por qué tendría que cambiarlo?".