EL ESTADO DE CADA CUAL
Dame un cigarrillo.
Vamos a recuperar las fuerzas
con el consumo de nicotina,
pues con el Estado
habremos topado
en las cosas que permite.
Dame un buen traguito.
Nuestro cuerpo tenemos que hidratar
con las bebidas espirituosas,
pues con el Estado
habremos topado
en leyes que son vigentes.
Pásame un cigarro, una cerveza también.
Déjame pasar el rato
en la virtud del Estado
mientras voy saboreando libertad.
Pásame un txupito, otro cigarro también.
Quiero ver pasar el rato
cuando soy mi propio Estado
sin llegar a coartar a los demás.
Pues mi Estado no tiene bandera
y él mismo ni siquiera es el recipiente
de los valores pretendiendo ser dogmáticos.
Será porque mi Estado es del mundo de los sueños
y no dispone de fronteras que cierren
horizontes prestos a saborear.
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