LA HOJA DE PERIÓDICO QUE LLEGÓ VOLANDO
Otra vez observaba la hoja del periódico.
Lo hacía con exquisita dulzura.
Extasiado, embobado. Sin ser consciente.
No sabría decir cuánto tiempo así se dedicó.
Parecía invertir en ello su alma.
Quizás hasta algo mucho más importante.
Llegó volando. La hoja, no él.
Sin saber cómo, la agarró.
Miró hacia todos los lados,
pero no logró saber de dónde venía.
Miró una foto. Y su papel.
En ella pudo ver el Sol
en un día de mucho calor.
Eso era lo que la foto le trasmitía.
A la página le dió la vuelta.
Y le era familiar, por supuesto,
lo que allí podía apreciarse:
unos anuncios de publicidad
que flanqueaban algunos sucesos
sin que en ellos se fijasen.
Miró las noticias.
Luego, con fuerza resopló
y su mirada se volvió triste.
Un par de lágrimas
le atravesaron su rostro:
el motivo era que no sabía leer.
Comentarios
Publicar un comentario