EL HOY ES EL MAÑANA Y EL AYER

El Hoy tiene un componente de Eternidad.

A cada jornada está presente. 

Quizás no tenga algo mejor que hacer,

pero se le suele ver por ahí cada día

desde que memoria disponemos

ya que transcurre a través del tiempo.

Puede transformarse en los Mañanas 

cuando se despide de los Ayer 

al ir ocupando sus destinos. 

El Hoy será los Mañanas

más allá del calendario.

Es la página del diario

que aún estará por rellenar.

Es el mismo calor en invierno, 

el frescor en verano y sus tardes 

antes de la noche que refresca.

El Hoy ruge más que toda la Eternidad.

Ha podido contemplar los valles

que decidieron hacerse fuertes

y dejaron paso a otras maravillas más.

Es el Hoy más de lo que tenemos,

tuvimos o, quizás, poseeremos.

Son las piezas de algún puzzle

conformado por otros más.

Y desde su fragilidad

tiende hacia su fortalecer

mientras desea no frenarse

en su recorrido espiral.

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