CON LOS PIES EN EL AGUA

Puede que debiera estar borracho.

Pero en vez de ello me pongo a bailar

con mi cuerpo en la oscura oscuridad.

Y dejo volar mi mente.


Por las paredes va cantando el frío.

Parece no saberse la letra 

y desentona con la melodía. 

Pero su corazón siente.


Comenta que no es cosa de los valientes,

sino de los que confrontan

desde el estoicismo.


Tiene presente el caos,

pero no se deja arrastrar

prefiriendo que sea lúcida su mente. 


Comenta que no gusta de las corrientes

aunque tenga que ir en contra de las mareas.


También que no le gusta que le llamen "frío",

pues aunque sea la ausencia de calor

trata de superar los límites

habidos en su voluntad.


Y se lavará la cara

cepillándose después los dientes.

Y se pone a mirar este cuarto.

Suspira y decide dejarme tranquilo.


Entonces, dice que marchará a la playa

aunque ya esté muy avanzada la noche.


Así que me pongo a bailar

con mi cuerpo

cuando debería estar

borracho en algún bar.


Mi mente decide volar

y con el frío

marchará a la playa 

en pleno viaje astral. 


Mi cuerpo y mi mente se separan

pero siguen estando en contacto.


Quizás será que se echan de menos.


O que se sienten complementados.


Pero tengo los pies en remojo

por un marco de espiritualidad. 

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