CUANDO LO COTIDIANO SE VUELVE FRECUENTE
Cuánta sencillez cabe en la hoja de un calendario.
Bastante más de lo que alcanzamos a imaginar
por toda esa aparente sencillez
cuando las pasamos diariamente.
A cuántos les parecerá un espejo quebrado.
Los restos que tiene que recoger
una vez para tener que hacerlo otra más.
Les es indiferente cada mañana,
y beben insípidas sus tardes
mientras anhelan poder sumergirse en el sueño.
Cuántos se adentran en un eterno laberinto
cuya salida se les aleja cada vez más
al no poder contemplar las flores
que, incluso, señalan que por ahí no es.
No pueden apreciar su perfume
ni sus colores brillando.
No alcanzan a percibirlos
ni cuando emergen las estaciones.
La nieve les quema
y creen que con ella pueden hacer fuego,
una hoguera que les tranquilice
trayéndoles la paz.
Y van pasando hojas
que, en el fondo, le servirá de alimento
a otro fuego que habrá de quedarse
con sus frías estelas.
inmediaciones.org |
Comentarios
Publicar un comentario