QUIZÁS NO FUERA UNA PELÍCULA DE TERROR MÁS

Tal vez fuera una película de terror.

De aquellas cuyo núcleo son los temores,

cada miedo que cada persona

guarda dentro sin que los perciba.

Ese que en cada esquina se suele esconder

pretendiendo conseguir respirar mejor.

Tal vez fuera una película de terror.

De las que el cuerpo llenan de los sudores

que van repletos de adrenalina.

Del pánico y la supervivencia.

Del miedo al que también sucumben los fuertes

al sentirse débiles por la frustración.

Quizás no fuera una película de terror más.

Tal vez su metraje fuera corto

reflejando al revés la sensación.

Una eterna sucesión de los pánicos

que van dibujando sus paisajes

a la par que cada personaje

dispone de historia al ir interactuando.

Podría hasta ser una revolución

que sería plasmada en sus minutos.

Quizás no fuera una película de terror más.

Quizás no fuera una película de terror más.

Algo más que un simple mundo alterno

al que daría forma algún director.

Ese al que le daría por tirar de elenco

mientras les hacía sudar su sangre

pretendiendo que fueran tan reales

sus actuaciones que hasta sintieran miedo.

Aunque vivieran en el pánico

cada instante en el que la rodaron.

Quizás no fuera una película de terror más.

Tal vez fuera una película de terror.

Quizás un musical

donde cada baile

fuera puerta a una película de terror.

Esas en que la sangre es la vida

en una metáfora de lo más cotidiano

cuando por las esquinas esconde cada cajón

atesorando cada sorpresa.

Tal vez fuera una película de terror

sobre lo celestial

cambiando papeles

siendo Judas el que lucha contra el terror.

Tal vez fuera una película de terror. 

Quizás fuera una película de terror

en la que aquel Caído no es un Ángel

sino el Arquitecto del Presente.

Tal vez fuera una película de terror. 

Quizás fuera una película de terror

en la que la Peste es el garante

de la Paz que disfruta la gente. 

diezminutos.es