DECÍA CONOCERLE A LA PERFECCIÓN
Dices estar confundido.
Que no lo entiendes, que no comprendes
que esté demostrando tanta alegría.
Has centrado tanto tus miradas
en él que hasta comentas que debe
de estar ya en una depresión.
Pues le has seguido durante largo tiempo.
Pretendiendo así conocer
todas sus contradicciones
y por dónde se rompen sus fortalezas.
Hasta el porqué de cada uno de sus gestos.
Eso que en ellos se esconde
y lo que él mismo ni sabe.
Lo que le suele coger desprevenido.
Dices estar confundido.
Que a la perfección ya le conoces
y que todo es una pantomima.
Que pronto habrá de tirar la toalla
porque de sobra sabes qué va a hacer
y no le queda remedio.
Aún así, lo que más te sorprende
es que tus predicciones tarden tan largo tiempo
en cumplirse cuando este camina.
"¿Por qué, por qué?", te preguntas
si todo lo tienes calculado
y no puede haber ningún ápice
de desvío en cada cabala.
"Entonces habrá que empujar",
darle un arreo dándole un empujón
mediante el que harás que se te muestren
tus visiones en persona.
Así que esperarás un poco más,
aunque tengas que propinarle ese empujoncito
que para siempre habrá de encumbrarte.
No vas a dejar nada a la suerte.
Ni mucho menos una opción de darle un respiro
con el cual contradecirte pueda.
Pero aún así te preguntas
cuándo tendrá que terminar todo
con tal de por fin poder sentirte
dueño de la única verdad.
Pero notas que aún camina
aunque ya tendría que haber concluido
todo el experimento que empezó
en una tarde cualquiera.
Y tirarás otra vez la caña
ya que más tarde o temprano pícara el anzuelo
tal y como antes vaticinabas.
Dices estar confundido.
Que no puede ser que nada cuadre
en lo que creaste con tanta maestría.
Que ya únicamente habrá de quedar
un pequeño paso que te muestre
tu ya tan sabida razón.
Así que seguirás durante otro tiempo,
el que fuera de menester
con tal de pertenecerte
la gloria que hace tanto tiempo reclamas.
"Nadie, nadie lo conoce mejor que yo",
te dices constantemente
y sin autoconvencerte
ya que no tienes la necesidad de ello.
Pero sigues confundido.
Hay algo que no alcanzas a comprender.
Algo que se te tiene que escapar
y no averiguas de qué se trata.
No debería estar plácidamente
pareciendo estar tranquilo.
"¿Por qué, por qué?", te preguntas.
Hace tiempo que debería de haber reculado
ante su imposibilidad de algo poder hacer
dejándose arrastrar detrás de tí.
"¿Por qué, por qué?", te preguntas.
Si hace tiempo que debería de haber claudicado
en medio de todo lo que le afirmabas saber
con tal de que estuviera junto a tí.
"¿Por qué, por qué?", te preguntas,
pues hace tiempo le creaste un mundo de perfección
en el que nunca jamás tuviera miedo al crecer
siempre y cuando estuviera junto a tí.
![]() |
businessinsider.es |
Comentarios
Publicar un comentario