IMAGINANDO UN MUNDO

Cierro los ojos

y ante mí se abre

un nuevo mundo.

Me lo imagino

lleno de luces,

está brillando.


Existe la noche,

y también el día.

Sin embargo,

cada uno de sus colores

son distintos

al del mundo real,

pero similares,

al fin y al cabo.


Y son más brillantes.

Son de fantasía

y dan calor

desde sus tonalidades.

El embrujo

de sus estelas

cubre los paisajes

que son un manto. 


Contemplo el manto.

Está presente

en ese mundo

y el cotidiano.

Será entonces que

abro los ojos.


Lo que observo

tiene una túnica

hecha con lo imaginado.

Ha pasado

lo onírico a lo real

vistiéndole, abrigándole

con su capa

protegiéndole del frio,

y del calor también.


Es hermoso.

Puede que mucho más 

que cuando lo hube mirado

hace un rato.

Es todavía más real

por el hecho de sentirle 

en la gracia

que le otorga el alivio

de ser palpitante.


Cierro los ojos.

Abro mi mente

y sueño el mundo.

Y no lo recreo:

se le percibe

por sus destellos.

lexica.art


Comentarios

Entradas populares de este blog

Un agujero negro en la oficina

VIAJANDO POR EL ESPACIO

Pide ayuda con tal de encontrar un llavero con valor sentimental