Encuentran en Israel un fragmento de un espejo mágico de 1.500 años

Su descubridora fue una joven de 17 años que realizaba unos cursos de supervivencia

El fragmento localizado. Israel Antiquities Authority (Facebook)

¿Y si les dijéramos que los espejos mágicos parecidos al de La Malvada Reina Grimhilde de "Blancanieves y los siete enanitos" ya existían hace 1.500 años? Uno de estos ha sido recientemente encontrado por una joven de 17 en una excavación arqueológica al norte de Israel. Exactamente en Usha, una antigua ciudad que se ubica en la parte occidental de Galilea.

Junto a 500 alumnos de secundaria, Aviz Weizman participaba en un "Curso de Supervivencia" que organiza el Ministerio de Educación del país. Según explicaba ayer jueves la Autoridad Israelí de Antigüedades (AIA) en su página de Facebook, los jóvenes realizaron una caminata de 90 kilómetros desde el monte Meron hasta el Hermon. Asimismo, hicieron excavaciones en lugares que próximamente serán abiertos al público.

Cercana a la localidad de Kiryat Ata, la cual tiene más de 60.000 habitantes, Usha fue la protagonista de "un hallazgo especial": un inusual fragmento de cerámica asomó desde el suelo, justo entre las paredes de un edificio. Al verlo, Aviv lo recogió y se lo mostró al Dr. Einat Ambar-Armon. El Director del Centro Educativo del Norte de la AIA lo reconoció como la placa de un espejo mágico.

Algo que corroboró Navir Popovitch, restaurador de la Institución en Períodos Clásicos. Según él, dataría de entre los siglos IV y VI, momento en el cual la zona estuvo bajo el dominio del Imperio Bizantino (313-636). La placa tenía un espejo de cristal que pretendía combatir el mal de ojo, ahuyentar a los demonios mostrándole su propio reflejo. Popovitch añadía que también se han hallado en tumbas. Estos protegían al fallecido en el Más Allá.

De hecho, no fue el único descubrimiento que se hicieron en esas jornadas. El Director de la AIA, Eli Escusido, afirmó que se encontraron monedas, frascos de cerámica, un acueducto o piedras decoradas. De esa forma, aseguraba, la historia "cobra vida desde el suelo". Añadía que un alumno nunca olvidaría semejante experiencia, pues no habría "mejor manera" de unir a la juventud del país con su patrimonio.

Una valoración semejante hacía el coordinador del proyecto, Saar Ganor. Argumentaba que, además de destapar el pasado de la nación, empoderaba a la juventud al conectarla con sus raíces. Todo ello en un clima de tensión social provocado por la reforma judicial pretendida por el Gobierno de Benjamín Netanyahu. Sus detractores la denuncian como un ataque a la separación de poderes. Esto habría provocado que  el viernes 28 de julio dimitiera Asaf Tzalel, el hasta entonces director general del Ministerio de Educación.