Una gallina se "cuela" en una base militar de Girona

Servía de cebo con tal de poder estudiar al águila perdicera

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El pasado 12 de febrero les contamos la historia de Henny Penny. Esta gallina de color marrón se hizo famosa por burlar la seguridad del mismísimo Pentágono estadounidense. En esta ocasión no nos iremos tan lejos, pero lo sucedido tiene también a otra galinacea de protagonista. El ave, tal vez había oído hablar sobre su congénere, se coló, o la colaron, en una base militar de Girona.

Los hechos en cuestión sucedieron este miércoles, 05 de octubre. En concreto, en la Base Militar General Álvarez de Castro, ubicada en la localidad del Alto Ampurdán de Sant Climent Sescebes. Esta tiene unos 700 habitantes, quienes en su mayoría son independentistas. Esto ha provocado más de un roce con lo militares, ya que, entre otros asuntos, consideran que viven en una ocupación desde 1714, recogía 'El Confidencial' en octubre de 2017.

Dejando de lado los sentimientos venidos desde la Guerra de Sucesión (1701-15), o las maniobras realizadas en abril de 2016 dentro del propio núcleo urbano por parte de "cerca de 500" militares, informaba 'La Vanguardia', el caso es que la gallina no podría estar dentro del recinto de la Base Militar. Fue sobre la 13:30, explicaba ayer la 'CCMA', cuando los militares se percataron de la presencia del ave en un descampado de una zona de maniobras.

Con 1.380 hectáreas dedicadas a un campo de tiro, relataba 'Público' en febrero de este año, la descendiente de los dinosaurios no se movía mientras estaba en mitad del descampado. Ante esto, el personal de la base dio el aviso a los Mossos d'Esquadra. Al llegar, estos comprobaron que había un detector de movimiento en frente de ella, además de una cámara que la estaba grabando. También que estaba atada.

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Cuál debió de ser su sorpresa al momento de descubrir que la cámara de vídeo llevaba una inscripción de la Universitat de Girona (UDG) señalando que estaba destinada al estudio de la fauna. Y es que este espécimen del ave más numerosa (según la FAO, en 2020 había más de 33 millones de pollos en el planeta), servía a método de atracción con tal de estudiar el comportamiento del águila perdicera (Aquila fasciata).

Eso fue lo que argumentó el biólogo de la UDG encargado de la investigación. Según detalló, los aparatos electrónicos formaban parte de ella. Mediante ese sistema capturan las águilas con tal de colocarles un mini- GPS y, posteriormente, se las deja en libertad, detallaba 'Crónica' de 'El Español'. El científico afirmó que tenía permiso y que no era la primera vez que realizaban la acción, pero que desconocía que el lugar fuera una zona de exclusión militar.

Aún así, fuentes de la Base Militar sostienen que en "algún momento" tuvo que ser consciente de ello. Esto se debe a que su extensión de 8 x 4 kilómetros tiene vallado su perímetro y hay carteles que señalan que es una zona militar. El biólogo, junto a la gallina y los aparatos electrónicos, fue trasladado a la Comisaría de la Jonquera por parte de los Mossos d'Esquadra. También tomaron declaración a los militares. Las diligencias informativas que instruyeron fueron trasladadas al juzgado de Instrucción de Guardia de Figueres, Girona.

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