¿Qué se conseguiría al entrenar con una gravedad aumentada?
Yutaka Hirata, profesor y neurocientífico de la japonesa Universidad de Chucu, detalló sus efectos en la página web oficial de "Dragon Ball"
Puede que de lo mismo la edad que ustedes tengan. Los más seguro es que tengan guardado con mucho aprecio entre sus recuerdos alguna serie sobre la cual, ya sea real o animada, película, libro o cómic, continúan preguntándose si hoy en día sería factible, tal vez en menor medida, algunos de las circunstancias que en ellos se dan. Expliquémonos. Igual se ha cuestionado alguna vez si usted mismo podría volar como Superman, tener la capacidad de recuperación de Lobezno o si sería posible entrenarse en alta gravedad, como es en el caso de Dragon Ball.
Eso mismo ejemplo que acabamos de proponer lo vieron ustedes en la serie creada por Akira Toriyama. El mangaka japonés hizo sus primeros escarceos con ese concepto cuando Son Goku comenzó a usar ropa más pesada. Después de fallecer entrenaría con una gravedad 10 veces superior a la de la tierra en el pequeño planeta de Kaio Sama. En su viaje a Namek lo haría superando en 100 la gravedad terrestre. La Sala del Espíritu y el Tiempo, además de diversas características en cuanto a humedad, temperatura y luminosidad, presentaba también una gravedad 10 veces mayor. Y a vegeta se le puede observar entrenando a unos 300 niveles por encima de los de la Tierra.
¿Creen que sería posible entrenar de esa forma? Bueno, diferentes pilotos aeroespaciales usan estos métodos para comprobar la resistencia del cuerpo humano. ¿Creen que daría resultado? ¿Sería posible hacerlo a esos niveles si se diera el caso? La respuesta es que no, ¿Y si les dijéramos que tal vez lo pueden hacer a unos niveles de 2G o 3G? Esto mismo se propuso desentrañar la página web oficial de la serie. Con tal propósito entrevistaron a Yutaka Hirata, del Departamento de Ciencia y Tecnología Robótica de la japonesa Universidad de Chucu. Es de destacar que es coautor del estudio “La hipergravedad promueve el aprendizaje motor en el pez dorado y los humanos”.
Masayuki Kato y Yutaka Hirata, a la derecha (es.dragon-ball-official.com) |
Además de impresiones personales como seguidor de la serie, su conversación con el escritor y Profesor de Ciencia especializado en Biología Masayuki Kato abarcó el contenido de ese trabajo. Este fue presentado en los Países Bajos. Más concretamente en el 39 encuentro “Meeting & ESA Life Sciences Meeting” celebrado en la ciudad de Noordwijk durante el mes de junio de 2018. Sus estudios muestran que una gravedad superior a la de la Tierra (lo que viene a denominarse 1G) repercute positivamente a la hora de adquirir mejores habilidades motoras tanto en los seres humanos como en los peces de colores, los cuales fueron parte del objeto del estudio.
Su especialidad es la neurociencia de sistemas e ingeniería bioinformática. La conclusión a la que llegaron con el estudio es que los estímulos que requiere el cerebro en esas condiciones, un nivel superior al que estamos acostumbrados en la Tierra, son mayores, por lo que se “optimiza” con la pretensión de llevar a cabo mejor los movimientos que se requieran. Sería similar a lo que les ocurre a los deportistas de élite en comparación a un aficionado. Es decir, el entrenamiento, aunque se aumentara la masa muscular y la fuerza, por ejemplo, lo que haría es que nuestro cerebro se adapte para conseguir un perfecto funcionamiento y aprovechamiento de nuestros movimientos corporales.
La charla, que se puede encontrar con fecha del 10 de septiembre de este año mediante una traducción de la original, detalla que uno de los factores que también influyen en ese “mejoramiento cerebral” es la luminosidad. Esta, partiendo de las observaciones realizadas en monos y peces de colores, influiría en que el aprendizaje de estos sea más rápido cuando están expuestos a luces más claras. Esto se pone en concordancia con el entrenamiento que los personajes de la serie hicieron en la Sala del Espíritu y el Tiempo. En el fondo, además de conseguir aparentemente más fuerza y velocidad, lo que estarían logrando es que su cerebro se “optimizara” a la hora de usar sus recursos.
Todo esto, esa mejora en las capacidades del cerebro, se puede conseguir artificialmente. Según Hirata, bastaría con aplicar tDCS y TMS. El primero, mediante una pequeña corriente eléctrica, estimula el cerebro a través de electrodos colocados en el cráneo. El TMS haría lo mismo con el magnetismo y, por ende, los dos servirían a la hora de estimular el cerebro y conseguir mejores resultados en el entrenamiento. Y he aquí el asunto de la cuestión. Esto lo comparan a cuando el Patriarca de Namek despierta los poderes ocultos de Son Gohan y Krilin. Mediante su magia logra que sus cerebros consigan mejorar sus aptitudes y perfecciones sus movimientos corporales. Todo se basa en que la capacidad neuronal sea más eficiente.
Pero, entonces, ¿cómo se conseguiría si no es posible con niveles tan altos de gravedad? Lo primero que cabría que señalar es que, aunque no se pueda hacer a niveles tan exagerados, si se podría con un margen del 2, y posiblemente del 3. Aunque esto último fue descartado por el propio Hirata después de comprobar que aquellos que se adentraban en ese umbral, el habría estado entre ellos, perdían el conocimiento. Incluso en 2G, cuando se tiene el doble de nuestro propio peso, resulta complicado mover los músculos y la espalda se resiente si esta adquiere una postura incorrecta. Con una gravedad tan desproporcionada irremediablemente llegaríamos a la muerte.
Lo que pasaría es que la sangre no podría circular hacia las partes superiores del cuerpo. Los pulmones tampoco podrían funcionar. Esto se debe a que la fuerza que les atrae hacia abajo, hacia el suelo, impediría que el flujo de nuestra sangre circulara. Además, nuestros huesos no podrían soportar el peso que adquirirían y se romperían. Si se consigue estar consciente lo que se podría hacer es lo mismo que hizo Son Goku, también Yamcha en cierta mediada, al enfrentarse a ella. Estos es, cuando el protagonista sufre las consecuencias de la inestabilidad de la máquina gravitacional debido a una tormenta magnética en mitad del espacio, y consigue finalmente librarse de las ataduras que lo amarraban, apaga la máquina arrastrándose por el suelo hasta alcanzar el respectivo botón.
Por otra parte, también indican que la evolución podría prosperar en territorios con una gravedad elevada. A pesar de que esta les impidiera poder crecer de manera vertical, no habría inconveniente a la hora de hacerlo a lo largo. El propio Hirata llega a poner el ejemplo de los ciempiés o las lagartijas, los cuales “no se verían tan afectados por los efectos de la gravedad”. Esto es algo que, según señala Hirata, por lo que no tendrían que estar relacionados la fuerza y el tamaño y no “prevalecería” aquel que tuviera el cuerpo más grande. Por eso mismo se podrían expandir horizontalmente y tendrían más posibilidades de sobrevivir las dos especies mencionadas anteriormente.
En el fondo, señalaba Hirata, las capacidades físicas de una especie estarían relacionadas con su capacidad cerebral a la hora de poder realizar movimientos precisos, por lo que ese factor es más importante que la masa muscular. Es esto lo que pasa en los deportistas de élite. Su red neuronal está más trabajada que la de un aficionado, tal y como hemos comentado anteriormente. En definitiva, lo que sucedería al entrenar en unas condiciones de gravedad elevadas es que nuestra capacidad sináptica (la comunicación entre cada célula) aumentaría y se producirían menos errores a la hora de realizar los movimientos, por lo que todo sería más fluido.
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