EL MANTRA DE LOS CANTOS

 

Catalogamos…

prácticamente

cada aspecto

de lo que nos rodea.


Parece intrínseco

a nuestra naturaleza.

Esa necesidad

de tener controlado

aquello que nos rodea.


Catalogado…

hasta las mentes

las tenemos

bajo una batuta.


“No juzgues…

y no serás juzgado…”,

rezan las Sagradas

Escrituras que fueron

¿escritas? en los albores

de tiempos que en nada

asemejan a los actuales.


Quizá no tanto…

las directrices

de ese manto

parecen reencarnar.


Fueron fuente

de la necesidad

de ordenar un mundo

cuando la sociedad

estaba despuntando.


Pero qué hermoso

resulta tener

la fe cuando

la vida camina


y estamos rodeados

de la sed que fue provocada

por los que predican

esos mismos cánticos

prometiendo esperanza


hacia este mundo.

Son esas leyes,

con su embrujo

de la mente insana,


que vuelve

títere al individuo.

Entonces, incapaz

de resistir el miedo,

y lo que no se comprende,

triunfa la certeza

de poder combatir los males


bajo su amparo…

También sucede

con el canto

de la dulce patria


o ese saber

frente a la adversidad

de los refraneros

cuando dan respuesta

en nombre de nosotros.

worldpranichealing.com


Comentarios

Entradas populares de este blog

Un agujero negro en la oficina

VIAJANDO POR EL ESPACIO

LEGO lanza un cortometraje de "Tiburón"