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Mostrando entradas de noviembre, 2025

DURANTE TODO ESTE TIEMPO...

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Resulta curioso que la noche no se rinda al día con tal de dar por finalizado un ciclo que resulta perenne. Qué será lo que habrán visto durante todo este tiempo en el que hubo una vez que nos fue ausente la Luna. Hasta también el mismo Sol al ser el polvo del vacío que le diera su ser hasta llegar las mañanas. Y qué curioso de que ahí surgieran la leyendas que parecen configurar nuestro mundo  en el camino de los comunes.

JULIA

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29/XI/2020 Sopla el viento; y trae la voz de una dama de los tiempos en los  que el negocio se hacía con lo extraño: morbo en la expectación que causaba todo ello. Dicen que fue vendida en su infancia tras quedarse huérfana y, desde entonces,  comenzó a ser expuesta  igual que un animal en el zoo. Contaba con una voz mágica, excelente bailarina, también acróbata. Fue casada con el que sería su dueño, tuvo un hijo que apenas le sobrevivió y al que poco después acompañó. Itinerante; una simple extraña que vivía vagando en aquella feria que recorría el mundo cuando ella era el eje de una simple atracción. ¿Merecía aquella vida esa persona pensante que sintió como ustedes? ¿Tal vez esta pregunta está sacada de contexto? Si retrocediéramos hasta esa época... ¿les convenceríamos de que es una barbaridad? Tal vez, si observáramos más nuestro mundo, hallaríamos que no hemos cambiado tanto y que sólo cambian los objetos. 

EL PORQUÉ DE SUS ENSOÑACIONES

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Iría guardando sus ilusiones. Y también las fue mimando con lo dulce del esmero a la par que germinasen aguardaba. Y nacieron con forma de flores. O de los árboles altos que conferían el cobijo al momento de padecer las borrascas. Sus ilusiones fueron el techo que le servía de morada cuando pensaba que podía desfallecer. Sus ensoñaciones fueron grano que crecía sin ataduras cuando la tierra estaba seca y con peste.  Y tierno abrigo le serían cuando el invierno se proclamase. Y cuando el verano apareciese de fina brisa servirían. 

LAS CIUDADELAS DE LOS VALORES

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Hay mercados de materias primas. Otros de valores, aunque estos no sepamos cuáles son ni menos su por qué. En algunos cotizan las emociones mientras las dejan sin calor en un invierno con cuerpo inmortal. Incluso fluctúa la tranquilidad en un trajín de números por los que va volviéndose dependiente. En uno se traduce la fama. Hasta se resume en las alturas de la posición al ser más distante. También hay mercadillos donde las risas en las ofertas esconden. Y lo sano y saludable bajo la imagen tienen su ciudadela.

EL MUNDO EN UNA NOTA

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Algunos dirían que sólo era una nota. Un viejo trozo de papel en el que escribieron garabatos. Aunque para él resultaba ser su mundo. Al momento de mirarla sonreía, parecía recuperar sus fuerzas hasta lo de alrededor desaparecer. Solía guardarla cerquita del corazón, pues le dijeron que ahí la llevara. También le reconfortaba el alma estuviera en el lugar que se encontrase. Cuando casi la perdió no la olvidaba. Fueron los peores instantes por los que tuvo que haber pasado. Por suerte, la dejó en otra prenda por un maldito despiste. El alivio fue tan grande que hasta rompió a llorar de la alegría. Se juró que nunca la perdería  pasase lo que pasase. 

LAS MONEDAS DE UN LADO

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Si lanza las monedas al aire... no dejes de mirar, guardate del resultado. Si le logras ver sonriendo... más que satisfecho estará. Suele decidir de esa manera: echándolo a suertes. Pero guárdate que las monedas no tengan los mismos lados. Es la forma por la cual gestiona: el azar lo elige. Le va confiriendo la figura con la que tener atado. Cuando le veas satisfecho... la opción ya estaba tomada. Las monedas sólo son ariete... con el que manejar lo escogido de antemano. Suelen ser finas y esbeltas. Pulidas con mimo y la cortés pasión. Pocas veces las llegarás a ver. Son dulces en su dibujar. Relucen esmero, también dedicación. Son lo que tanto anhela por tejer.

SOLÍA TOCAR LA GUITARRA

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Del "blues" tocaba sus notas. Y la melancolía ocupaba sus dedos al ir pasando estos por los trastes en su ejecutar de los compases. El "blues" manaba su vida. Y la añoranza salía de su corazón al ir pasando por los pasajes que hubiera percibido alguna vez. La guitarra era parte de él. Aunque pudiera parecer lo contrario o fuesen una sola persona. Las notas desaparecían bajo el abrigo del viento. Este llevaba su calor al alma necesitada. Y es que era lo que solía hacer por un mundo de canciones en escaso. Hasta necesitado de historias. 

EL CURIOSO BLANCO DEL MANTO

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No era el blanco manto por la nieve. Y tampoco era que fuera invierno. Incluso siéndolo, hasta por lo natural que fuera, lo presidía el prado verde. Abarcaba todo, incluso lo que más allá estaba, en su coronar con flores. Aunque con la nieve vivía también. Y sin ser el mismo invierno, incluso. Era tan brillante el blanco que llegaron a pensar que era sal. Pero fue descartado al ser reluciente la vida que les resultaba danzante. Era de matices finos y cuerpo de gráciles sonrisas. Incluso emitía luz en forma de fuentes al manar las aguas que les hidratasen. Un telón abierto de par en par sin llegar nunca a cerrarse. El azar sin depender de la fortuna instruida en las formas de las falsas creencias que pretenden sujetar a la humanidad. Algún halo incandescente irradiando desde lo natural.

SU BATALLA PARTICULAR

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En su combate por pensar, en su lucha por ser uno mismo, encontró a los que persiguen que no llegue a producirse. En su justa por caminar, en su brega por seguir andando, descubrió a los que detienen por su propio prolongarse. Lo hizo por caminos sin asfaltar, de los que parecen perforar los corazones y las pieles en todos sus centímetros. A veces los encontraba vacíos, otras rebosantes cual campo en flor. Otros más estarían asfaltados  y no siempre estarían ocupados.  También debería de ascender cuestas en el lidiar con sus más que variadas pendientes antes de darle comienzo a los descensos. En su contienda por pensar, en su choque por ser uno mismo, se topó a los que deslucen  a los trayectos comunes. En su refriega por pensar, en su sueño por ser uno mismo, disfrutó las sensaciones  que tildaban de vulgares.  

NEFRÍTICO

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Así te ves... con tu espada derramando sangre cual nacionalbolchebique segregando pus en su febril cólera. Así sientes... con tu rabia al gritar las pestes que forjas en un mensaje disfrazado con lo que tu interior mana. Odio disfrazado de lo social con un nefrítico síntoma de la perfección de la peste. Hasta siendo religiosa por la necesidad del momento. O la más simple figura que le da forma al romanticismo. Odio disfrazado de fraternal  desde lo caótico hacia lo que no será de mismos genes. 

EL PÁJARO BUSCANDO EL HORIZONTE

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Cuando rompió los barrotes de la jaula el pájaro dudó en extender sus alas. Primero tenía que salir al exterior y ver lo que en él estaba escondiéndose. Una vez fuera le atemorizó la grandeza de todo lo que veía llegando al punto de casi regresarse. Pero lograría armarse de valor a la par que a volar comenzaría alcanzando a descubrir el horizonte.  La falta de costumbre hizo que sus fuerzas fueron gastándose hasta tener que parar. Iría entonces recuperando el aliento hasta que llegó el momento de elevarse. Voló y sin darse cuenta regresó al lugar que guardaba la jaula. Fue que decidió darse la vuelta con tal de perderse en lo furtivo.

El Edén tras la pantalla

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Era un pueblo particular. Nadie salía de sus casas. Todos trabajan en ellas. Cada miembro de las familias disponía de su reducto particular y jamás lo abandonaba. Así era desde que nacían. Hasta el momento de fallecer. Incluso las relaciones eran llevadas a cabo a través de las diferentes plataformas de Redes Sociales. Pero, además de esto, había otra particularidad. Y no era el hecho de relacionarse de esa manera, sino la circunstancia de que debían hacerlo con perfiles falsos. Daba igual la aplicación de la que tiraran. O si lo hacían mediante varias. Estos no podían mostrar su auténtica persona. Y tenían que cambiarlas cada día. A cada jornada tenían que ser nuevas y sin poder repetirse. Por fortuna, o eso pensaba nuestro protagonista, una serie de algoritmos les facilitaban la tarea. Más que nada por el dolor de cabeza que podía llegar a ocasionarle el estar un día sí y otro también teniendo que buscar un «alter ego». O varios. "Benditos sean estos vericuetos que me hacen más ...

LA FIGURA DEL CAPARAZÓN

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Guardó su dolor de tal manera... que su mirada fue apagándose hasta alcanzar el ocaso en la tierra del olvido. Al punto de insensibilizarse, o que la costumbre lo atrapara en el más triste de los abrazos... ... la Luna dejaría de ser faro que lo iluminara por las noches. Y de sus lágrimas al secarse sólo habría de quedarle el escozor... ... que fuera recorriendo sus pieles cual río que erosionándolas fuera al formar las tierras de lo árido. Abandonó el dolor de tal forma... que su cuerpo fue marchitándose pese a presentarse duro en forma de caparazón.

LA IMAGEN DE LOS ENGRANAJES

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Muévase la imagen. Que desatienda el interés y fije su mirar hacia lo simple y mundano. Céntrese la imagen. Que altere lo pormenores dando a la realidad el cariz de la distracción. Que ostente toda diversión capaz de alejar los engranajes en los que se forja la realidad. Que brille a modo de faro en su llevar a los navegantes al puerto disfrazado de gloria.

El comienzo del viaje de Neoptólemo

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A lo lejos, podía ver una embarcación oscura acercándose. Sin duda alguna, esta pertenecía al pueblo de los mirmidones. Y eso sólo podía significar que su padre había fallecido en batalla. Que era el momento de poner a prueba toda la educación que le fue inculcada. La gloria le esperaba. O por lo menos eso decían los augurios que desde su infancia lo rodeaban. Aunque algo le rondaba por la cabeza. ¿Quién sería el encargado de reclamarle? ¿Tan dura estaba siendo la contienda contra Troya?. A su lado, Licomedes también observaba el barco. Parecía nervioso. Incluso la ira comenzó a sentirse en él. Acariciando su larga y espesa barba le indicó que mantuviera la calma. Tenían que regresar a palacio y dar la bienvenida a los mensajeros de Ulises. "¿Cómo sabes que es él?". El anciano monarca lo miró a los ojos. "Por ahora no hagas más preguntas, espera a que sea oportuno". Acto seguido, comenzó a andar mientras que con una señal le ordenaba que lo siguiera. A medida que de...