LA LUZ DE LA LOCURA
Si alguna vez abrazas a la locura...
si con ella disfrutas bailando...
contempla el lugar presente...
y saborea los sudores
que llegan más allá de la frenética
pasión que rodea todo el momento.
Respira a la par del ritmo,
pues en esas cosas no suele haber
personas de primera o segunda categoría.
Disfruta de la locura a lo largo del día,
aunque fuera en los breves instantes
que somos nosotros mismos.
Bebe, danza y ríe con la misma locura,...
pero no la vuelvas un círculo
en el que puedas sentirte
incapaz de ser lo libre
que expresa su baile frenético.
Conviértela en un monumento
que alcance los extasiados corazones
al fusionarse con ella
en una candente creación de luz.
Conviértela en un tesoro
sin valor material ni menos palpable
en su raíz de unión gloriosa
sin recurrir al brillo del betún.
Comentarios
Publicar un comentario