EL RINCÓN QUE CADA UNO TENDRÍA QUE TENER

Cada cual debería disponer de un rincón

donde poder retirarse

y de lo rutinario descansar

con tal de reencontrarse consigo mismo.


Un lugar en el que respirar lo íntimo

que por nuestras venas corre

más allá de la simple dualidad

que traen consigo los frenéticos ritmos.


Un lugar donde dejar atrás la frialdad

que emanan de las frías construcciones

desperdigadas por este mundo.


Un lugar donde lo monótono 

envuelva mediante sensaciones

rugiendo por estar desaparecidas.


Ese rincón en el que la estabilidad

no nos conceda las bendiciones

por lo material y religioso. 


Un lugar, al fin y al cabo,

en el que interiorizar cada día.


Que no sean experiencias baldías

ahogadas en cualquier pozo.


Un lugar con el corazón 

siendo el propio pilar de nuestros días. 


Cada cual debería encontrar ese rincón,

aunque imaginario fuese,

con tal de sumergirse al entablar

una diatriba con su "Yo" más profundo. 






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