A VECES BAILAMOS

Me ves, y no me ves.

De múltiples disfraces dispongo.

Hasta bailo, en ocasiones bailo.

Una vez pudiste ver

mi frenesí en un total bailoteo. 


Reías. Entonces te reías.

"Cómo bailabas", dijiste.

Pues sí, es que bailaba.

Y me acuerdo de su porqué.


Y es que yo también reía.

Quizás fuera aquel ambiente

de aquella vibrante noche.

Pero vi que te reías.


Y más veces también.

Y en ocasiones todavía bailo.

Aunque lo hiciera por lo privado.

Subiendo el volumen

aunque nadie más pueda escucharlo.


Y me resulta muy dulce.

Como si el azúcar

recorrer mis venas

quisiera sin nada querer.  


¡Pero contempla mis venas!

Ellas también se ríen 

en medio de un baile

sin necesidad de azúcar. 


Bailo, a veces bailo,

pero me ves, y no me ves.

Y claro que me río.

¿No lo haces tú cuando lo haces?


Y mi piel, por mi piel

va surcando el sudor

tan dulce... y salado.


No importan los años

que sobre mí pesen...

aún me sabe a baile. 


Y es que a veces bailo.

Aunque no sepa su porqué

bailo, a veces bailo.

¿Me dirás que tú no lo haces? 


A veces bailo, bailas, bailamos.

Puede que dependa del momento, 

pero bailamos. También bailamos.

academiasgolden.com






Comentarios

Entradas populares de este blog

Un agujero negro en la oficina

VIAJANDO POR EL ESPACIO

Pide ayuda con tal de encontrar un llavero con valor sentimental