Lo surrealista en las notificaciones de las reuniones de vecinos

Les mostramos dos ejemplos de la forma en que se expusieron y cómo acabaron

tebeosfera.com

Móstoles y Fuenlabrada. Fuenlabrada y Móstoles. El primer municipio, allá por 2018, tenía más de 207.000 habitantes. El segundo, hacia las mismas fechas, superaba los 123.000. Y siendo ambos de la Comunidad madrileña disponen de barrios, al igual que cualquier otro territorio, con bloques de vecinos en los que, como ya imaginarán, la convivencia tiene sus altibajos. Algo que ha vuelto a reflejar «Líos de vecinos» en su perfil de X, aquella Red Social que antes llamábamos Twitter.

Por lo tanto, y con el propósito de relatarles el qué ha acontecido recientemente, vayamos extrasensorialmente al primero de estos enclaves urbanos. En concreto, al número 70 de la CCPP Simón Hernández. El día 21 de febrero, a los inquilinos de la comunidad les fue notificado un aviso firmado por "Álvarez Asesores". Este hacía referencia a unas obras y a las consecuencias que padecerían por realizarse.

En concreto, se llevarían a cabo los días 24 y 25 del pasado mes. Y afectarían a la red de saneamiento de la comunidad "en el local denominado gimnasio". La reacción de uno de los supuestos residentes quedó perfilada debido a que por ello se pedían ciertas inacciones entre las 08:00 y 18:00 horas de ambas jornadas. "¿Quién va a respetar esto?", recriminaba. Pero si se preguntan cuáles eran esos "daños colaterales" se los indicaremos a continuación.

Aunque antes señalaremos que también cuestionaba si tendrían que orinar y defecar en un cubo. Y es que las medidas requeridas en la obra pedían que se descartarse la utilización de la "ducha/bañera" (sic), lavadora, lavavajillas y que, "en general", no liberaran "agua por los desagües". Justamente, en esa misma franja horaria que les hemos señalado anteriormente.

El "vecino indignado" expresaba que "esto" era "acojonante". Incluso a pesar de que en la misiva se indicaba que, en caso de que las obras finalizarán "antes", se avisaría. Además, pedían disculpas por las molestias. Con una caligrafía pulcra, legible y en mayúsculas, al igual que todo su enunciado, el airado vecino expresaba a modo de conclusión: "Buen fin de semana, el mío lo será".

Una reunión aparentemente normal

A continuación nos trasladaremos a Fuenlabrada. Se trata del anuncio de una "Junta General Extraordinaria". Su contenido podría definirse de algo de lo más normal en una reunión entre aquellos que disponen de una vivienda o un local en determinado lugar; el cual, por cierto, a diferencia del anterior caso, se encuentra bajo anonimato. En concreto, son 4 los puntos que tratarían este próximo 11 de marzo.

Estos serán: las humedades en el cuarto de contadores, las goteras habidas en el séptimo D, los arreglos por la inspección de industria hacia las "instalaqciones" (sic) eléctricas comunitarias y una propuesta de subida en la cuota de la comunidad; además del respectivo apartado dedicado a "ruegos y preguntas". La reunión se celebrará en dos turnos, a las 19:00 y 19:30, y aquellos que no pudieran acudir podrán delegar en otra persona.

"Aquí no hay nada extraordinario", alcanzarían a pensar. Sobre todo teniendo en cuenta que también se indica que aquellos que no hayan abonado sus correspondientes cuotas podrán acudir y tomar partido en las deliberaciones habidas. Aunque no tendrán derecho al voto. Pero resulta que, a posteriori, se añadió un sexto punto que fue escrito a mano utilizando un boligrafo de tinta roja. "Cucarachas en el portal da asco" (sic), decía.

"Radicar cucarachas"

Y lo hacía justo después de los mencionados epígrafes a discutir. Ya a continuación, y cuando daba por finalizada la epístola enunciativa, remarcaba en mayúsculas, al igual que lo anterior y su posterior protesta, lo siguiente: "radicar cucarachas". Su exabrupto final iba dirigido a la posible subida en las cuotas de la comunidad. Nada de subirlas, expresaba.

Cuando parecía que el desarrollo de este entramado habría llegado a su final (aunque su desenlace lo tendría el día de la reunión), otro vecino quiso dejar plasmada su opinión al respecto. Les señalaríamos en qué consistirían y cuáles serían sus argumentos, pero la ilegibilidad de su caligrafía hace imposible que podamos ofrecérselo. Por ello, a continuación les dejamos una muestra de ello con tal de que traten de averiguar qué es lo que explaya.

Líos de vecinos (X)