Analizando el "Una ligera mejoría antes de la muerte" de Koma

Son 11 temas cargados de rabia y humor ácido que peca en su producción

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Con un buen chuletón de por medio supieron que tenían que volver. Y para ello inventaron un disco nuevo: "Una ligera mejoría antes de la muerte", el octavo, si nos atenemos a los forjados en las salas de grabación a excepción de su maqueta de 1995. Era el 20 de febrero, aniversario del nacimiento de Kurt Cobain, y a grosso modo, Brigi Duke y Juan Carlos, vocalista y baterista de Koma, respectivamente, explicaban de esa forma el porqué de su decisión. "Estábamos haciendo el canelo", revelaba el último ante las preguntas de Nano Jaquotot en "Rock FM".

Han transcurrido 13 años desde que en 2011 se publicara "La Maldición Divina" (Maldito Records) y justo el mismo día, el 01 de marzo, veía la luz este nuevo trabajo de estudio que continúa la estela del anterior. La mayor novedad que podemos encontrar es que es un álbum autoeditado cuya producción ha corrido a cargo del propio Brigi, quien ha cogido las riendas de Miguel Aizpún, hermano de Juan Carlos, la persona encargada de esa labor a lo largo de la carrera de la banda.

El resultado son poco más de 41 minutos divididos en 11 temas que, inexorablemente, reflejan lo que cabría esperar del cuarteto. Agresividad, letras ácidas y directas, mucha mala leche y experimentación constante. Además de reminiscencias a lo sembrado en anteriores proyectos, sobre todo a lo mostrado desde el "Sinónimo de ofender" de 2004.  "Nos pusimos a hacer canciones y nos fueron saliendo cosas y entonces veíamos que era algo que no nos atascaba", explicaba el bajista Rafa Redín a EFE. Se trata de un álbum breve y directo, con una producción que, por momentos, parece perderse entre los instrumentos, pero que deja un más que agradable sabor de boca.

Arranca la obra con "Dinamítalos". El que fuera la segunda muestra del disco es un oscuro corte que permite degustar lo que nos deparará Brigi en el plano vocalístico. Aunando su característica y agresiva expresividad, esta se combina con un lirismo en cuanto a dicción que no cesará a lo largo del trayecto. Y todo comienza con este arrebato hacia la manipulación en la vida que tanto puede llegar a arrebatar a las personas. Además, se puede describir como un claro preludio de lo que ofrecerán en conjunto.

Mucho tecnicismo, un excelente «groove», unas ideas bien ejecutadas y personalidad a raudales. Lastima que, tal y como hemos comentado antes, la producción se pierda entre los instrumentos. Y el mayor sufridor de esto es la batería de Juan Carlos, cuyos arreglos, sobre todo en los temas más rápido, resultan complicados de apreciar. Aún así, el factor letrístico, una de las características más palpable de los navarros, sigue siendo su puntal de cabecera bajo la pluma del bajista Rafa Redín.

"El Viaje", con esos pequeños homenajes a Barricada y Platero y Tú, resulta ser la última llamada de atención a alguien que, por sus malos vicios, resulta imposible la convivencia con él. Y en ese ambiente de "rock", lo más palpable es el grueso cuerpo del bajo, a la par que la guitarra de Natxo persiste en su presencia desde el inicio del álbum y lo hará hasta su desenlace. Le sigue "La Máquina del Tiempo", el primer tema con el que dieron a conocer lo que sería el disco allá por el 24 de enero.

La melodía inicial de "El Duelo" escenifica la rabia hacia aquellas gentes que, haciendo uso de la riqueza heredada, se creen impunes ante sus acciones. Su armonía inicial da acceso a la agresividad con tal de regresar a sus primeros compases antes de abrir paso a lo que fue su tercer dar a conocer, "Falso". Y he aquí que, ante la patente velocidad y dureza de las estructuras, es cuando la producción hace aguas. Difícil por momentos resulta, sobre todo, seguir los patrones de Juan Carlos al marcar el ritmo ante esas personas cuyo poder se cimenta en individuos habidos en las sombras.

A continuación, nos conceden una de las sorpresas más agradables. La balada "Palabras Mágicas" es tan fiel a la trayectoria de la banda que rinde homenaje a su "Deprimido Singular" de "El Catador de Vinagre" de 1999. Simplemente, diremos que, si tienen la suerte de tener a una persona que les ha iluminado en sus momentos más oscuros, con esta canción se lo podrán agradecer casi sin esfuerzo. "Nos gusta contar historias, que oigas un disco y te cuenten cosas y que haya emociones", relataba Brigi a Nano Jaquotot.


Sirviendo de interludio global, este corte allana el camino a "Saltos Mortales". El orgullo de un perdedor por seguir adelante se muestra encolerizado mientras va subiendo el tono desde el tema anterior. Y nos introduce en "El Exterminador", un corte que, tras el excelso pistoletazo de salida desde la batería, llega a recordar al "Sabbra Cadabra" de Black Sabbath versionado por Metallica. Es, en el fondo, el malestar más profundo del mismo "Big Bang" ante el engreimiento del Ser Humano desde que empezó a caminar sobre dos patas.

Pero, por supuesto, no podía faltar un pequeño homenaje a los bares, a las tascas. Ello supone "Los Desheredaos". Y nada mejor un "rock and roll" marca de la casa cargado de humor. Centrándose en un abrupto final de pareja en el que la contraparte dejó "sólo bolsas vacías", ¿dónde quitan las penas "cuatro desgraciaos"? Presten atención a la forma en que son capaces de crear una simbiosis entre el "rock", el "metal" pesado y la musica latina en un "in crescendo" apoteósico.

Llegados a este punto, nos quedan dos canciones más. "Ni a Tiros" emerge con una pequeña introducción de bajo seguido por la batería al que se le une el resto de la banda con el proposito de narrar la historia de un "mal enemigo". La de alguien que prefiere seguir su propio camino aunque esté siempre metiéndose en líos. Y para finalizar, "Mendigo de Alegría" relata la experiencia de aquel que, sin haber logrados sus objetivos, vuelca todo su malestar en los demás ante toda la frustración que arrastra.

En resumen, se trata de un trabajo más que recomendable que peca en la producción por la forma en que los instrumentos se llegan a solapar entre ellos. Técnicamente, cada uno de sus componentes brilla en sus respectivas facetas y Brigi sorprende agradablemente en el ámbito vocal. Además, si han seguido la trayectoria del grupo, notarán que guarda más de un tributo a distintas composiciones de su carrera. Llegan, incluso, a incluir un punteo de guitarra habido en el directo "Molestando a los Vecinos" de 2001. Pero eso, incluso recurriendo a un "spoiler", dejaremos que lo descubran por ustedes mismos.







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