LA REALIDAD Y LO ONÍRICO SE COMPLEMENTAN

Decía haber vivido otra realidad,

aunque con esta la compaginó.

Sobre eso llegaba a referirse

en las veces que le preguntaban

sobre qué serían para el los sueños.

Solía comentar que sus caminos

estaban construidos de ambas partes:

"Los sueños son los que forjan mi realidad".

"Y esta", decía, "disfruta con la distancia

que entre ambas partes va acortándose",

al reflexionar desde el corazón.

Decía poder vivir la realidad

juntando la masa y lo onírico.

Que encontraba paz al refugiarse

en lugares que él sólo conocía,

aunque también podían hacerlo otros. 

Comentaba no ser diferente

de los que solían caminar a su lado:

"Sinceramente, creo que lo han olvidado;

todos disponemos de esa capacidad".

Por ello, nunca quiso obligarles

a descubrir lo que tenían olvidado.

"En realidad, lo mejor es no forzarlo:

cuando llegue el momento lo descubrirán".