Y DEJÓ EN UNA ESQUINA...
Sin saber su porqué,
dejó en una esquina
uno de esos tantos
mundos que solía plasmar
a veces con acierto;
en otras ocasiones
sin tanto tino.
Un día lo recuperó,
y tampoco sabía el porqué
de escoger aquella fecha.
Pero se puso
manos a la obra.
Se sintió testarudo
hasta que lo vio florecer.
Y una palabra tras otra
algo distinto
tomó su forma.
En nada se parecía
a lo que había tenido
en lo profundo
de su mente.
Pero ahí estaba.
Y forjada la historia
no estuvo satisfecho.
Aquel Universo
era verde
en la trama.
Y sería entonces que
también lo guardaría.
Y lo hizo en un cajón,
donde su profundidad
fuera como un invierno
por el que invernase
su colorido.
Pasaría el tiempo,
tal vez alguna década,
y podría ser
que tornase
en el dibujarle las formas.
O puede que no.
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