Pierde el conocimiento tras ponerse 9 anillos en el pene
Le fueron extraídos con una sierra industrial y dos meses después padecía una disfunción eréctil leve
uqbarwapol.com
Partiendo de la definición dada por el portal "Psicología y mente", el falocentrismo sería "la tendencia a colocar en el centro de las explicaciones sobre la constitución subjetiva, al “falo”; concepto que puede utilizarse como sinónimo de “pene”, pero que también se utiliza para designar a un referente simbólico" (sic). Por lo tanto; si nuestra sociedad gira en torno a él... de ahí deviene el término "falocracia", que de acuerdo a lo recogido por la RAE es el "predominio del hombre sobre la mujer en la vida social".
De ello vendría el que muchos monumentos creados por la humanidad tengan la apariencia del órgano reproductor masculino como una forma de reverenciarlo. Tanto es así, que su imagen ha recibido, a lo largo de la historia, multitud de nombres. Y los sigue recibiendo. Prueba de esto último es el segundo capítulo del largometraje "Four Rooms" (1995), el cual tiene por título de "El hombre equivocado". En él, Angela, el papel que interpreta la actriz estadounidense Jennifer Beals, recita los diferentes nombres que recibe el pene ante la desesperación de su marido, Siegfried, quien está encarnado por el brooklynita David Proval.
Siendo en parte un concepto desarrollado por el austríaco Sigmund Freud (1856-1936), su teoría psicoanalítica vendría a decir que, entre otras cosas, el desarrollo sexual de los hombres está marcado por el miedo a perderlo (castración) y que el de las mujeres está sujeto a una envidia por no poseerlo. Esto me recuerda al temor que le tendría una comunidad amazónica a la vagina porque, al momento de introducirse, el miembro viril estaba en todo su esplendor, fuerte y vigoroso, y a su salida flácido, sin fuerza y disminuido. Tal vez de ahí, entre otras mitos, podría tener su origen la "colpofobia" o el miedo a los genitales femeninos.
Lo que sí parece claro es la aparente importancia que los hombres le dan a su miembro. Tanto que, incluso, o eso dice la leyenda popular, muchos bautizan a esa parte de su anatomía. Esto se extrapola también al mismo sexo con esa necesidad de cumplir lo que serían las supuestas necesidades del "partenaire". Algo que, como muchos de ustedes tendrán constancia, puede suponer verdaderos dolores de cabeza, depresiones de por medio, si no se puede ejercer con ese rol de masculinidad que nos ha de exigir esta sociedad falocéntrica. Hay que ser "machote" y actuar tal y como los designios nos marcan.
Es de suponer que recordarán aquellos anuncios del "Jes Extender", y productos similares, que prometían el aumento de tamaño del miembro viril y, consecuentemente, el alcance de la seguridad en el ámbito sexual. Pero si no es así, les dejamos aquí la posibilidad de hacer un visionado. De todas formas, sabrán que hay multitud de artilugios que, estando dirigidos a un público masculino, prometen la mejora del llamado rendimiento coital. Pero se debería tener precaución en su uso, ya que recientemente un hombre llegó a perder el conocimiento tras llegar a emplear hasta 9 anillos en su miembro.
El miembro durante el operatorio (sciencedirect.com)
Tal vez al leer esto han sentido un pequeño malestar en el cuerpo. Y no es de extrañar. El protagonista de esta historia ocurrida en Australia tenía 44 años de edad y se enfrentó a un estrangulamiento de su pene y el escroto. Además, con tal de liberarle, se "requirió una sierra circular industrial proporcionada por la brigada de bomberos para cortar con éxito los anillos", explicaba el portal especializado "Science Direct" en su volumen 46, el cual corresponde a enero de este año.
Antes de nada, cabe indicar que "este raro caso de estrangulación" servirá a los profesionales médicos como ejemplo de cómo manejar situaciones parecidas "de manera oportuna". Y es que se trataría de un caso "extremadamente poco común" y no dispondrían de un protocolo con el cual actuar. En esta ocasión, el varón se presentó tras tener durante 12 horas los "nueve anillos industriales de acero inoxidable de alta resistencia". Después de tener relaciones sexuales en estado de embriaguez se quedó dormido. Despertó al cabo de 3 horas "con un dolor significativo e hinchazón" en escroto y pene.
Una vez en Urgencias, necesitó de "analgésicos con opioides intravenosos" debido al dolor que presentaba, además de una angustia considerable. Las alhajas, de un diámetro aproximado de 1 centímetro, "circunscribían firmemente la base del pene erecto y el escroto". Estos "estaban sensibles y edematosos con hematomas y eritema". Los primeros intentos de retirarlos resultaron infructuosos, por lo que se vieron en la necesidad de usar "una herramienta eléctrica adecuada" que fue solicitada a los Bomberos locales. Esta fue la "sierra circular eléctrica de estilo industrial" anteriormente nombrada.
La intervención se realizó de la siguiente manera. Lo primero de todo, el paciente fue anestesiado de formar general. Los tejidos que estaban debajo u ocultos (los subyacentes) a la zona en cuestión fueron protegidos con un bajalenguas (esos mismos instrumentos que, siendo de madera o metal, se usan cuando el médico nos mira la garganta, por ejemplo) y una gasa. A la hora de realizar el corte "se paso solución salina estéril fría sobre los anillos". Tras retirarlos con éxito se comprobó que tenía la uretra irritada e hinchada. Por ello, le fue colocado un catéter durante 7 semanas. Además, aunque no necesitó de más cirugías, dos meses después del episodio presentaba una disfunción eréctil leve.
policlinicosanmiguel.com
Explicaba la publicación que "todos los médicos de urgencias y urólogos deberían tener al menos un conocimiento básico de las herramientas y técnicas para manejar" estas situaciones. Ello pese a que estos casos pueden volverse más raros en el futuro debido a "las mejoras en las terapias aprobadas para la disfunción eréctil y los juguetes sexuales seguros ahora fácilmente accesibles que se pueden comprar discretamente en línea".
Pero la exposición de estos objetos extraños en el pene llevan "a la congestión venosa prolongada en las venas del pene que conduce a la obstrucción del drenaje linfático y el retorno venoso". Esto provocaría "una necrosis isquémica de los tejidos del pene con erosiones en la piel". Algo que puede llegar a ser irreversible y obligar a un amputación del pene. Aún así, y teniendo en cuenta que cada caso sería único, se debe "realizar un examen enfocado de los genitales evaluando las sensaciones del pene, el grado de hinchazón y edema, el color de la piel y la viabilidad de los tejidos".
Además de todo esto, la publicación afirmaba que "el seguimiento es importante en un intento" de abordarlo tempranamente. Y es que la extracción de los objetos metálicos sería complicada a pesar de que "las sierras de yeso eléctricas ortopédicas están fácilmente disponibles en el departamento de emergencias" y son útiles en los casos de objetos no metálicos. Por ello se requeriría de "una sierra circular de servicio pesado para cortar estos cuerpos extraños de manera efectiva".
tenor.com
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