TRAVESÍA
Hay tantos lugares
por ver, platos por
saborear y bebidas
que degustar...
y algún que otro
sitio que se guarda
en lo más profundo
de nuestra piel...
Son nuestros placeres...
tal vez confesos...
o quizás la fantasía
que nos canta
en murmullos
a cada mañana...
o nuestros anhelos
en las pieles.
Todo ello nos forma...
conforma ese ser
que contemplamos,
normalmente,
ante el espejo
y que se reserva
las diferencias
por su especial celo.
Es como las mareas...
a veces suaves...
otras es duro
en su oleaje...
pero distinto
a cuando la Luna
más cerca estaba
y, también, su influjo.
Pero, en el fondo,
con el recorrido aquel
que se ha atravesado...
siendo se sigue
la misma persona...
aunque, posiblemente,
todo ello nos convierte,
quizás más todavía,
en el mismo ser
sido en el pasado
que va dirigiéndose
hacia ser él mismo.
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