Intenta hacer un "simpa" de casi 1.300 euros
Degustó bogavante y "champagne" francés en un restaurante de Ibiza
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Es de suponer que a la mayoría de la gente le gustará comer bien. Gozar de una serie de manjares en determinados momentos, como lo puede ser una conmemoración en particular. Además, muchos disfrutarán su apreciar en negocios hosteleros con tal de que el momento sea más agradable librándose, al mismo tiempo, de los efectos colaterales que origina la preparación y la consecuente higienización de los útiles usados, el espacio en el que se han preparado las viandas o aquel en el que se han degustado.
En caso de ser así, en el supuesto de elegir un negocio especializado en tales fines a la par que uno se recrea con su propuesta, estarán participando en ese ciclo de la oferta y la demanda que incluye, además de la empresa, a todos los que son empleados en ella y, por lo tanto, reciben un salario por su esfuerzos. También aquellos intermediarios que, casi sin darnos cuenta, colaboran indirectamente en que se puedan regocijar con los platos que, a la postre, deberán abonar. Aunque siempre hay más de uno que suele estar tentado de evitar ese desenlace o, simplemente, llevan a cabo mediante esa acción que coloquialmente se conoce por "simpa".
Una de estos últimos de los que se tiene constancia tuvo lugar el miércoles pasado en la ínsula de Ibiza. Tal vez embriagado por esa fama de espíritu "hippie" que rodea a la isla, un varón fue detenido por la Policía Nacional acusado de ser el presunto responsable de un delito de estafa. El individuo pretendió dejar sin "acoquinar" una factura que ascendía al increíble montante de casi 1.300 euros. Entre lo que pudo saborear estaba el bogavante, ese crustáceo similar a la langosta, y varias botellas de "champagne" francés. Debía de tener unos gustos culinarios exquisitos.
Tal y como recogen diferentes medios de comunicación, el hombre llegó a amagar con costear el montante a través del móvil. Pero a pesar de parecer estar al día con los avances tecnológicos en este campo, la aplicación bancaria siempre le rechazaba el cargo. Asimismo, alegó que tenía dinero en efectivo pero se negó a realizar la retribución, además de no querer hacer uso de las tarjetas de crédito que llevaba encima. En consecuencia, los empleados del conocido restaurante de la localidad ibicenca de Eivissa decidieron dar aviso a la Policía.
Consecuentemente, varios agentes del nombrado Instituto Armado se personaron en el local. Una vez allí, pudieron comprobar que las denuncias expuestas por los trabajadores resultaron ser ciertas. Pero el sospechoso de tales acciones no quiso dar ninguna explicación sobre el porqué de no querer abonar la experiencia culinaria que acababa de disfrutar. A raíz de ello procedieron a su arresto. Está acusado de un presunto delito de estafa por no querer abonar el correspondiente importe de la cena que tuvo el honor de degustar. Ahora quedaría por saber si a tan placentera pitanza le siguió un doloroso corte de digestión.
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