LA VERTIENTE DE LOS SUEÑOS

Soñar con un amanecer,

incluso teniendo

presente los que suceden

a cada jornada,

es algo que nos convierte

en simples humanos

que recorren los lugares

cuando sienten su alma.

Resulta maravilloso

ese acto tan simple,

esa rara capacidad

que tenemos de recrearlos

sin llegar a haberlos visto

formando paisajes

que son propios de una utopía

dando abrigo a nuestros sueños.

Las utopías se nos vuelven

el horizonte con el que avanzar,

aunque su fin anhelado

se vista de estéril

pareciendo que su traje

luzca, se dibuje de quimera

haciendo que lo soñado

se nos vuelva pueril.

Pero sigamos soñando,

pues aunque no podemos caminar

sin oxígeno por Venus,

en este puede germinar la hierba

y fluir con energía los ríos

tan necesarios para la vida,

aunque su raro espíritu

sea diferente, extraño en su esencia.

Venus (bestanimations.com)