Restaurante japonés carga contra la reseña de una cliente

Protestó por el hecho de que el local estuviera cerrado cuando lo necesitaba

Imagen de archivo

Recientemente, la deustotarra hamburguesería Malditas tuvo una más que notable presencia en los medios de comunicación. ¿El motivo? La reseña de un matrimonio que protestaba por la supuesta actitud de los empleados del establecimiento hacia el hipotético comportar de su vástago de 4 años. La réplica del negocio, realizada a través de esa posibilidad que otorga internet, no concordaba con lo denunciado por la pareja. Y de ello se hizo eco el perfil de Soy Camarero. Como muestra de ello, les dejamos el enlace de cómo llevó el suceso a sus páginas El Correo.

Ante esto, y asumiendo que han leído, o leerán, el artículo, nos hemos decantado por ofrecerles otro caso volcado en los "alter egos" que la nombrada plataforma dispone en Facebook y en lo que actualmente conocemos por X. Aunque, antes de nada, trataremos que hagan una pequeña reflexión. ¿Un negocio hostelero, con todas las personas que trabajan en él, debe estar a completa disposición de los clientes, incluso, llegando a saltarse los horarios que tengan establecidos la legislación y la propia empresa con tal de satisfacer sus necesidades a costa de la vida personal de su plantilla?

Posiblemente, su primer impulso sea contestar que no. Entonces, ¿dónde queda lo de que "el cliente siempre tiene razón"? Sean ustedes quienes respondan a esta pregunta. Y, si nos permiten, nos trasladaremos desde Bizkaia, esa es la provincia en la que ese ubica el nombrado restaurante que anteriormente respondía al atributo de El Búho rojo, hasta Catalunya. Siendo más exactos, al barrio barcelonés de Sants-Montjuïc. Es ahí que, en el número 45 de la Carrer de Puig i Xoriguer, localizaríamos un conocido local de platos japoneses. Este es el Nori-Sushi & Coctails de Poble-Sec. Además, dispone de otra sede en la Carrer de Ballester número 7, el Putxet. Esta se encuentra en el distrito Sarrià-Sant Gervasi de la Ciudad Condal.

¿Pero cuál es el motivo por el que volvemos a explorar Soy Camarero? ¿Y qué tiene que ver con la cuestión que anteriormente les hemos planteado? Tratemos de ponernos en situación y vayamos a reseñas que versan sobre el local. En ellas, tras echar un vistazo a las que dispone, y habiendo podido leer multitud de ellas, localizaríamos al fin esa que ha dejado documentada (y sin identificar) el valenciano Jesús Soriano, quien es la persona que está detrás de estos mediáticos portales de las redes sociales. El de Alzira, acompañando el título con un aplauso en su parte final, la describía de esta manera: "Reseña patética, respuesta perfecta".

La autora de la crítica es "sofia melia" (sic) y dispone de otra más en Google. Realizada en rumano, el escrito lo podrán encontrar traducido al castellano desde su lengua original, va dirigida al Consulado General de Rumanía en Barcelona. Su queja se centraba en la imposibilidad de enviar un boletín a la institución. Considerando que esto mismo era falso, tachaba a las personas allí habidas de "incompetentes" al esgrimir que no le cogían las llamadas cuando trataba de conseguir información sobre ese documento. Realizada hace 6 años atrás, afirmaba que nadie en el Consulado hablaba "español". Además de señalar que no sabían "orientarte". Estas circunstancias, plasmaba, le causaban vergüenza.

Siempre está cerrado cuando tiene hambre

¿Pero qué es lo que argumentaba en relación al negocio hostelero? En primer lugar, refleja que "todo" estaría bien, pero lamentaba el horario del local: "es una pena". Se basaba en que lo consideraba "limitado" en cuanto a las jornadas que está abierto. Y señalaba, tal y como se muestra en la página web del establecimiento, que lunes y martes se encuentra cerrado. Asimismo, estimaba que tendría que buscarse otro. Este tendría que abrir "todos los días" y no obligarla a "correr por qué van a cerrar" (sic). Es por ello que se aventuraba a dar, a reflejar el por qué de su comentario.

Y es que muchas veces lo encontraría con las persianas bajadas "justo" cuando se muere de hambre. Partiendo de esa sensación que percibiría en ese mismo momento, puntuaba en base a su satisfacción, la cual sería "0". Y el precio, "que barato no es". Aún así, su calificación hacia la comida era de 5 puntos sobre 5. La máxima. Llegados a este punto, podrían llegar a comprender por qué Soy Camarero catalogó la publicación como "Reseña patética, respuesta perfecta", además de acompañarlo con el nombrado aplauso en su título.

La réplica comenzaba de este modo: "Señora tenemos un horario de 13:00 a 16:00 y de 19:00 a 23:00 de miércoles a domingo" (sic). Aunque su portal de internet especifica que sería hasta las 24:00, además de incluir el "Delivevry", cuyo tramo va de 12:30 a 23:00. Señalando que son dos días de fiesta, le pedía que "respete el descanso del personal". Ante esto, e indicándole que si no era "suficiente" para ella, le recomendaba que recurriera a "otro restaurante donde le den lo que busca". Es ahí que, enarbolando el nombre de la empresa, aseguraba que esta respeta "los horarios para que los trabajadores puedan tener una vida digna".

¿Ha sido una "colaboración pagada"?

Autor del libro "Soy Camarero. El cliente NO tiene siempre la razón" (editorial Grijalbo), Jesús Soriano trabaja desde los 16 años en hostelería. Nacido en 1987, lleva denunciando en el antiguo Twitter las condiciones laborales del sector a partir de 2016. Y aunque tire de humor e ironía continuamente, hay voces que recelan de sus formas. De hecho, en esta publicación le cuestionaban si no sería "una colaboración pagada". Su respuesta ha sido la siguiente: "Si quieres te paso la conversación que he tenido por Instagram con el restaurante cuando me ha pasado la reseña".

Posteriormente, @a_agrime insistía y le señalaba que la captura mandada por el local es del momento en que se realiza la reseña y que su propio tuit fue "casi de la misma hora" en la que tuvo réplica. Además de que "mencionar el nombre del restaurante en la respuesta canta un poco". Ante esto, @JoseAngelRodr26 estima que, "si bien" no está de acuerdo con la crítica, "si tanto cuidado tiene de no publicar nombres en casos incluso ilegales debería tener «cierto» cuidado aun por lo «positivo»". @ConoConMando esgrime que se trata de publicidad, le hayan pagado o no, porque si es el propio restaurante el que le pasa la reseña, y su respuesta, "obviamente ya la escribe con idea de quedar de puta madre" (sic).






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