SENDEROS DIFERENTES

Su cuerpo le parecía un elixir.

Antes, y después, de aquella noche.

Se preguntaba si aquello sería mutuo,

si todos aquellos momentos los guardó

bien recogidos en un estuche

que, de vez en cuando, volvería a abrir.

Cogieron caminos diferentes.

Después de tantísimas miradas,

de mil y una sonrisas esquivas,

cogieron caminos diferentes.

La sonrisa antes de despedirse

fue acompañada de una lágrima.

Ellos dos sabían que ya nunca más

compartirían caminos comunes. 

Fueron días y meses.

Mucho tiempo de conversaciones, 

con frustraciones y confesiones,

que, finalmente,

les hizo dejar salir a flote

lo que escondían en sus interiores. 

Esa locura, la pasión.

Toda ella de amor cargada...

mezclada en un sentimiento

que afloraba sin medida.

Pero cogieron caminos diferentes...

El amor que sentían no era suficiente...

Tuvieron que coger sendas diferentes...

Años después, sus miradas

regresarían a cruzarse.

Hablaron como tiempo atrás,

pero no de aquella noche.

Y no había cambiado nada.

Seguían siendo confidentes. 

Aquel "hola". Ese "adiós". El "te quiero".

Volvió la sonrisa al despedirse.

También aquella dulce lágrima.

Aquel "hola". Ese "adiós". El "te quiero".

Y de nuevo cogieron caminos diferentes...

Todo ese amor que llameaba no era suficiente...

Tuvieron que volver a sus sendas diferentes...

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