MARIONETAS (Marioneta II)

 

Sangra el inocente.

Y lo hace con dolor

(sin saber de instantes)

vuelto en un manantial

donde el agua corre

en una tormenta.

Es el viento quien recoge

cada uno de sus lamentos.

Son las voces sin volumen.

Las que no tienen guarida

en la que resguarecerse

penando a cada mañana.

Los llaman víctimas inocentes.

Y colateral es su adjetivo.

Esos que están en tierra de nadie.

Esos que han de encoger la cabeza

cuando la cólera ya termine.

Los que no saben de una sonrisa.

Todo “conflicto” está lleno de intereses.

Intereses que claman a lo podrido

y los “beneficios” son de “vencedores”.

Son los bandos que teatralizan la farsa;

instituciones con prebendas mediante

en los que en alguno te tienes que alistar.

Tuyo, mío. Tan grácil es la imagen que nos venden…

“Este lado es el Bueno; el otro es el Mismo Diablo”.

Aunque tal vez elijas la tercera vertiente.

Puede que decidas ignorar a todas ellas.

O calles volviéndote en el perfecto cómplice

en el sangrar inocente de lo “colateral”.