"Battle at Big Rock": el inicio de la ¿convivencia?

El cortometraje de Colin Trevorrow da continuidad a "El Reino Caído"

imdb.com

Llegó a mis manos de forma casual. En los instantes que uno ojea las diferentes noticias en internet. Justo esas que aparecen por designio de los algoritmos. Ni siquiera tenía constancia de su existencia, al igual que llegara a afirmar su redactor. Sería a mediados de abril, poco antes de que fuera anunciada la primera película de la nueva trilogía de "Jurassic World". Más concretamente, el "Renacer" que arribará a los cines el próximo 02 de julio. Estamos hablando de un cortometraje que llevó por título "Battle at Big Rock". Y, a pesar de no aportar nada nuevo al Universo del total de la franquicia, sirvió de aperitivo hacia sus seguidores antes de que pudieran degustar el "Dominion" de 2022 comandado por Colin Trevorrow. Aunque tuvieran que esperar tres años, pues fue estrenado uno después de "El Reino Caído" (2018) de J. A. Bayona.

Pese a haber comentado que no ofrece nada novedoso en lo concerniente a su mitología, este trabajo también dirigido por Trevorrow ("Jurassic World", 2015) nos presenta una suculenta aventura de supervivencia que deriva de la incertidumbre surgida ante la naciente convivencia entre humanos y dinosaurios tras lo expuesto por Bayona. Es más, los hechos tienen lugar en el parque nacional que da nombre a la obra. Allí, entre el calor del fuego de las hogueras formadas en unas jornadas de acampada, una familia es testigo de la batalla surgida entre un clan de Nasutoceratops y un Allosaurus. Finalmente, como si de un cambio de papeles se tratara, los homínidos deben hacer frente a lo mismo que un momento antes habían presenciado.

Uno de los aspectos más interesantes que nos muestra en sus poco más de ocho minutos de duración son las escenas post crédito. No pretendemos hacer un espóiler, menos aún quitar importancia a lo que anteriormente narra, pero sirven de ayuda hacia la comprensión de lo que acontece en "Dominion". Además, su velado homenaje a "The Lost World" (1997) resulta ser más que gratificante pese a la ridícula forma en que esta situación también es resuelta. Surrealista o nada creíble, al igual que lo fueran las acrobacias gimnásticas de Vanessa Lee Chester haciendo frente a los velociraptores.

Por fortuna, el guión escrito por el propio Trevorrow junto a Emily Carmichael escenifica lo que esperaríamos en una obra semejante. La breve presentación de los personajes, tanto humanos como dinosaurios, está bien realizada, pero llega a resultar un tanto fría si posteriormente realizan varias lecturas. La acción, esa misma que ansía el seguidor más allá de los animales que puedan aparecer, es directa y sin tapujos. Y llega a ser claustrofóbica, sobre todo por la desorientación de las personas protagonistas, en especial los más pequeños. Su inocencia siendo trasladada al pánico posterior remarca esto mismo.

Por lo tanto, y sin referirnos a la novela original de Michael Crichton, esta pieza de 2019 se adentra en el caos originado inicialmente por John Hammond al pretender jugar a ser Dios allá por 1993, cuando Spielberg dio pié a todo este fenómeno cinematográfico. No esperen encontrar diatribas filosóficas u otras centradas en la ética. Mucho menos sesudas explicaciones del porqué han llegado hasta ahí. Es, simple y llanamente, la propia consecuencia del ignorar todas las diatribas que en su momento se plantearon. Y entre estas estaban la falsa humildad, la droga que supone el dinero o el lograr determinados objetivos sin importar los métodos. Ante esto, por ejemplo, recuerden al personaje de Henry Wu borrando ciertos datos o a Dennis Nedry; el cual es más explícito.

Teniendo de eje central del linaje protagónico a Natalie Martinez y André Holland, este cortometraje dispone en su punto fuerte una nocturna iluminación que nos retrotrae a lo que podríamos sentir cuando todavía no habíamos inventado la civilización. Es decir; el miedo de aquellos instantes en torno al fuego protector vuelve a cobrar vida. Además, los interesantes planos, y los diferentes movimientos de cámara junto a la congelación del tiempo, añaden pulsaciones a una atmósfera que va adquiriendo la intensidad que cada momento de la acción reclama. Súmenle a esto la música de la irlandesa Amie Doherty. Su banda sonora encaja y añade valor a los instantes en los cuales es requerida.

En definitiva, si están aguardando con ganas el entreno de la próxima película no está de más darse una vuelta por este corta duración con tal de quitar el gusanillo. Puede que no aporte nada al canon, pero la acción la tienen asegurada, por lo que pasarán un buen rato. Asimismo, serviría de punto de partida en el reengancharse a la franquicia. Y si son de aquellos que, por lo que sea, tienen la intención de hacer un maratón... no duden en verlo. Incluso sirve con tal de matar el tiempo si están esperando al transporte público. Es decir; no es una obra maestra (eso téngalo por seguro). Pero ofrece aspectos interesantes y más de una anécdota que les puede hacer tirarse de los pelos; si no son calvos, claro.






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