UNA SESIÓN ONANISTA
Si no fuera porque, quizás,
fuera malgastar mi tiempo,
le dedicaría una canción
al mero instante de masturbarse.
O por no tener que aguantar
al intelecto más rancio
sudando lo puritano
por sus poros al supurar sales.
Describiría cómo es acariciar
las partes de mi cuerpo
incluso antes de llegar
a alcanzar mi miembro
entre espasmos de placer
que van incrementándose.
El orgasmo, cátedra prohibida
al mayor de los sabios,
pariría una panacea
sin los sentimientos
que suelen ser proclibles
al que solamente se corre
sin tener en cuenta
de la vida su placer...
o de la misma Muerte
por su regenerar.
Entonces, dos manos,
o los juguetes
que son empleados,
son unas herramientas
que rozan lo perfecto
con tal de encontrar
nuestros demonios
y ángeles
que lucen
en nuestro mundo
de la pureza
que describen de insano
las mentes mencionadas
cuando hacen uso
del mismo instante
al buscar su Cielo.
Pero tengo en cuenta
que no sé hacer canciones;
las gozo lentamente
en trance onanista.
![]() |
expedia.es |
Comentarios
Publicar un comentario