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NO HAY DESIERTO EN LA LOCURA

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  13/IX/2020 El Monte de la Locura es una cima bien plana en la visión de los cuerdos oteando un grandioso valle húmedo como el desierto verde y con cristalina agua. Saben del Sol en la Luna que desciende hacia la cuesta  con la forma de círculo recto en su dura pendiente  plana hacia el fino y delgado punto de las cataratas. Dejan fluir toda la vida aunque parezcan ser secas pues florecen el instinto desde una forma inherente aunque luzca despoblado el paraje de las fiestas. Y la vaciada algarabía resuena por las trompetas que reciclan todo el ruido sin su figura presente completando finos prados con la música y las danzas. Aunque parezcan desiertas de La Nada siempre llenan con el añadir del Todo a la Tierra del Presente con los Lazos del Futuro en pasado del mañana. Entonces bañará el agua combatiendo ante su falta contra los deshidratados que secaban esos mares al que iban todos los lagos  donde conseguir la calma. Y los insomnes soñarán con la Grandiosa Fantasía de quien se mece d

"Me permitió costearme durante una larga temporada el piso en el que vivía"

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Ex campeón mundial de pelotillas de ombligo nos relata su carrera mundodeportivo.com 17/VII/2020 "De vez en cuando sigo entrenando aquello por lo que fui Campeón del Mundo. Estiro pacientemente cualquiera de mis dos brazos y extraigo las pelotillas que se forman en mi ombligo. Todo comenzó cuando me partí la tibia y el peroné en mis tiempos mozos. Todo aquel tiempo lo pasé leyendo, estudiando, escribiendo; fortaleciendo mis extremidades superiores mediante unas mancuernas que tenía por ahí olvidadas y unas botellas de agua rellenas de fina arena. "Al principio, en aquellos lapsos temporales en los cuales no sabía qué hacer, decidí centrarme en la meditación, pero se me hacía muy extraño no hacer nada y dejar la mente libre de todo pensamiento. Por lo que decidí tirarme en el sofá y mi asombro fue mayúsculo cuando averigüé lo desestresante que podía ser hacer aquellas pelotillas. "En un primer momento las fabricaba sin ninguna pretensión, pero luego descubrí que podía hac

SOBRE LO ESCRITO Y SIN ESCRIBIR

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Cada verso que no escribí, cada verso que no plasmé, no fueron un libro en blanco. Son pajarillos volando libres de las ataduras de la rima. Son pajarillos en las alturas que van contemplando los paisajes. Con cada verso que sentí, con cada verso que plasmé, fui borrando espacios blancos. Si se fijan, cada libro son la vida, cada corazón que late más allá de lo corpóreo, también de lo espirituoso. Si se fijan, cada verso son las vidas del corazón que decide dar un poco de su calor a los que le son extraños. Para algunos es un acto revolucionario. Y para otros algo inútil. Estos lo tildan de estéril. Esto no significa que fueran reaccionarios. Simplemente, no le encuentran un significado y disponen de otro sentir. Cada verso que no escribí, cada verso que no plasmé, no fueron un libro en blanco. Con cada verso que sentí, con cada verso que plasmé, fui borrando espacios blancos. Y como verán, volví a repetir lo habido al comenzar de este verso con intención por la que recalcar lo que al

SERÁ QUE VINE A SER YO

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No vine a quedarme. Tampoco a marcharme, quizás. Tal vez fuera a dar un paseo, eso suele dar más juego.  Ni a martirizarme. No me va lo de fustigar, ni aunque yo sea el objetivo, y menos aún algún otro.  A veces me da por maldecir las camas, más que nada porque rezuman frío cuando el invierno se extingue. Y las paredes son un bello obstáculo que atravesar  en la que uno se congratula con el esfuerzo. Pero cada cual tendrá su particular visión, aquella misma que le construirá su experiencia. Cuando el invierno se extingue comentan que da paso al verano; es que nunca se opacan las esperanzas. Y mira que no vine a marcharme, y a quedarme mucho menos. Menos a ser una brisa fresca. Vine a ser yo, aunque a algunos no les guste. No vine a gustarte. ¿Por qué tendría que regalar satisfacción a los otros? Alejemos ese juego. No vine a adorarte. Dejemos eso a la misa, aunque no haya algo concreto que muestre al que dicen Creador. No te prohibiré adorarle. Vine a ser yo. Así que... si lo deseas...

LO EXTRAORDINARIO DEL CRECER DE UNA FLOR

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Hay cosas tan raras que se nos vuelven comunes. También sucede del revés: que lo que es habitual se torne algo misterioso, quizás hasta escandaloso. Me imagino de una flor su crecer; pocas veces se le presta atención. Entonces se forjan los asombros pese a disponerlas tan presentes. Se vuelven extrañas al no formar de las partes que en cada día se perciben. Son una extrañeza que se engloba en los conjuntos, que se visten en el todo. Sucede también que las desgracias se tornan en tan comunes que no se notan hasta que explotan y el pueblo se nos sorprende. Vienen entonces las suspicacias, que cómo pudo suceder y el hecho de que nadie notara esa catástrofe en ciernes.  Me imagino de una flor su crecer, pocas veces se le presta atención. Esta abrirá sus pétalos como dicta su naturaleza mientras lo de alrededor avanza al ir mirando a otro lado. Es un andar enfrascado siendo ajeno a todo que sustenta aquello que permite caminar mientras auna cada escalón. Entonces resulta extraordinario obse

LO QUE MANEJAN SENTADOS DESDE LOS DESPACHOS

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La verdad es que no quiero que vuelen despachos. Pero da asco, indignación y rabia que en ellos se dirijan las guerras mientras sus inquilinos se quedan ahí sentados. ¡Benditos patriotas del billete! ¡Qué tranquilidad debe ser estar ahí sentado! Mira qué asco, indignación y rabia va germinando por sus carteras mientras las úlceras crecen en los estómagos. ¡Mira a los patriotas del billete! ¡Pero malditos sean sus despachos! Y las personas que los ocupan, si es que de esa forma puede llamárseles. ¡Qué tranquilidad deberán sentir ahí sentados con un botón delante y mapas que muestren sus ansiados objetivos! Estos no son territoriales, no. Van buscando materiales. Van buscando prevalecer en la economía con sus tableros. ¡Menuda ansiedad deberán sentir si pierden sus privilegios que labraron en la suerte dada en sus tristes mercados! Esos en los que cotizan almas tristes sin saber que son una pieza más. Griten: ¡Malditos sean sus despachos! El "Monopoly" se vuelve un largo mantel

La siesta en la que una pluma de un pajarillo enjaulado pululaba en el lugar

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23/VII/2020 eldiario.es Su cuerpo estaba tendido en aquel sofá y parecía descansar. El sonido de su respiración se oía leve, aunque de vez en cuando un sonoro ronquido hacía acto de presencia haciendo que las paredes de aquella casa temblaran por la fuerza que desprendía desde el interior de su cuerpo. Cuando esto pasaba, este se mostraba prácticamente inalterable y su cola se movía un poco debido a los actos reflejos. Lo mismo sucedía con sus orejas. Pero esto no podía notarse por la almohada que cubría su rostro pretendiendo protegerse de la luz del Sol que entraba por la ventana abierta con las cortinas descorridas. Aunque fuera leve el sonido de su respiración, era tal la fuerza que llevaba este inconsciente acto que una pequeña pluma proveniente de uno de los canarios que había enjaulados en el salón de estar oscilaba sobre él, de arriba abajo, acompañando el ritmo de aquella acción. De vez en cuando se movía en ese estado de duermevela que por momentos era bastante profundo. Podí