LA MAGIA ESCULPIDA

Quizás un lápiz, un bolígrafo, un pincel... sean una extensión de la persona que busca expresarse mediante ellos... aunque fuera de una manera inconsciente. Con ellos no necesitan de palabras con tal de sacar sus miedos interiores o lo habido bajo su corazón. Y no será que estén relegando las miles de palabras que les construyen, sino que necesitarían de otras formas. Quizás hasta cada cosa que no se ve... pero que es intuida por sus almas incluso cuando no creen en un Dios... ni en los aspectos que son espirituales. Será que el escultor trabaja la piedra con esa misma magia que nace de cada corazón que abre la ventana de lo habido más allá de su alcance. Será que el corazón esculpe la magia mediante formas que desconocen los que son del credo de la simple creencia de aquello que con sus dos ojos ven. Pero, por suerte, su goce también alcanza a los que no ostentan el fértil don de la pasión que en ello se nos ofrece. Y sin ser cuestión de suerte... pues con sumo ...