SE ROMPEN LAS OLAS...
Se rompen las olas rasgándose contra las frías rocas en la tarde que parece cantar a los montes. El horizonte rojizo baña las esquinas de la esfera que camina al unísono con aquella estrella tan lejana. Resulta espléndido todo su contemplar al sostener ese caparazón de alguna criatura de los mares. Suave es la cáscara que protege mediante sus palmas que parecen una fortaleza por ese ser. La levanta hacia el firmamento para contemplarla y degustar la figura de sus brillos con las amalgamas de vivezas. Es tan diminuto todo ese figurar que sostiene y obra el retroceso del Sol que ilumina el paisaje.