EL SUPUESTO DE ESTAR TIRADO EN LA CAMA
Si no tuviera nada que hacer me quedaría tirado en la cama. Remoloneando, atento a la babia con el techo estando presente sin importar que pasen las horas o que los minutos se alejen simulando que no me importen todos esos ratos de pereza. Incluso cada instante invertido pretendiendo aparentar escribir algo que saldría de dentro de mí. Degustar un paisaje inventado llega a ser un verdadero elixir que se baña en un loco frenesí. Así que, si no tuviera nada que hacer podría ser que me diera por ir hacia la Luna o, quizás, a algún otro lugar que esté más allá de lo que alcance a imaginar esta mente. alexrovira.com